Eduardo Ibarra Aguirre
Resguardado por las cuatro vigorosas paredes de la moderna sede de su partido, Acción Nacional, el Estado Mayor Presidencial y 800 invitados distinguidos, Felipe de Jesús Calderón Hinojosa festejó, con mariachi y fuegos artificiales incluidos, el triunfo en la “contienda más limpia, transparente e inobjetable en la historia del país”, como lo lisonjeó Manuel Espino Barrientos.
Un día antes, más de 100 mil ciudadanos marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo del Distrito Federal para ratificar la visión que se condensa en La mafia nos robó la Presidencia, libro que su primera edición consta de 55 mil ejemplares, y para recibir el informe de Andrés Manuel López Obrador a la Convención Nacional Democrática.
El agudísimo contraste, resumido en imágenes que Televisa y Televisión Azteca regatearon como siempre a su audiencia, lo diría todo. Sobrarían los discursos y hasta las encuestas.
Un año después y tras siete meses de ejercicio del poder del Estado y de los cuantiosos recursos del erario para comprar casi todo lo que se le antoje, excepto varios millones de conciencias ciudadanas, Calderón Hinojosa no puede aún o no quiere, y el resultado es el mismo, reuniones a cielo abierto, ni siquiera con los representantes más fieles del 70 por ciento de aprobación que le dan algunas encuestas y no falta la que le asigna hasta 77 por ciento, como la de María de las Heras.
El michoacano ve la tempestad, acompañada de los fulminantes rayos que lanza Zhenli Ye Gon al corazón del PAN y de su equipo de campaña, en particular a Javier Lozano Alarcón, y no se hinca. Pide que su “proyecto de nación” permanezca mucho “más allá” del término de éste, en 2012. (Nos recuerda el sueño de Carlos Salinas de Gortari para que el depredador grupo que encabezó permaneciera en el poder hasta 2024). Y humilde como es, ostenta su orgullo porque duplicó el número de mexicanos que lo apoyan respecto del que votó por él.
A Vicente Fox Quesada y su sexenio simplemente los ignoró Calderón. Pero lo reproduce en materia del gigantesco gasto en imagen, propaganda y relaciones públicas. Así no resulta tan meritorio duplicar el número de partidarios mientras se ejerce el poder. Y si no que pregunten, por medio de una encuesta, cuántos mexicanos apoyan la gestión del “presidente Fox”, quien se retiró con 70 de aprobación. Dudo que alcance la mitad.
El fondo de la soberbia del moreliano y su monocolor equipo de gobierno, estriba en algo que la galardonada con el Rómulo Gallegos, Elena Poniatowska, explica con harta claridad: “con el plantón se desahogó una gran parte de la ira y el enojo de millones de mexicanos por el fraude”.
“Esa pobre señora”, como la motejó Espino Barrientos, entiende mejor las coordenadas del México real, peligrosamente cada vez más alejado del formal, que no pocos políticos que se dicen profesionales, incluido el primer panista del país, quien sigue obcecado en convertir el descontento ciudadano y social --que sembró y provocó con esmero digno de mejor causa--, como producto de “quienes se empeñan en exacerbarlo”.
Algún día, esperemos que antes del 30 de noviembre de 2012, Felipe de Jesús Calderón entenderá y acaso podrá asumir, por lo menos intelectualmente, que sin el movimiento del voto por voto y casilla por casilla, el plantón en el Centro Histórico, la Convención Nacional Democrática, la presidencia legítima de López Obrador, es decir: la resistencia ciudadana, sería inviable la contención del estallido de millones de ciudadanos.
Y lo anterior se lo debe Calderón al liderazgo del hombre al que estigmatizó --desde el cobarde anonimato televisivo pagado-- como Un peligro para México, y que un año después no sólo entrega cuentas que refrendan la naturaleza pacífica del movimiento que dirige, sino saldo blanco.
Acuse de recibo
El académico y periodista Samuel Schmidt comenta sobre Mensaje ominoso (2-VII-07): “En efecto, mucho de criticable tiene Gutiérrez Vivó, sin embargo, como bien lo dices, en esta coyuntura destacaran mucho más los silencios que las condenas por el cierre de ese medio. Y nunca pudiste estar más acertado que comparándolo con Hugo Chávez. Ésta es una muestra fehaciente del poder y vigor del autoritarismo mexicano”... La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos comunica: Desde la Limeddh Informamos que el tribunal colegiado ratificó la sentencia de amparo en los juicios 38/2007 y 40/2007 otorgados por el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado, el 18 de abril pasado, interpuestos por la Limeddh, por ser inexistentes los cargos y las acusaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), así como el auto de formal prisión decretado por el Juzgado Mixto de Primera Instancia de Tlacolula de Matamoros. Con ello quedan exoneradas 93 personas detenidas el pasado 25 de noviembre en la ciudad de Oaxaca”... Frentes, coaliciones y talleres. Grupos visuales en México en el siglo XX será presentado el miércoles 4 a las 19 horas en el Foro Cultural Coyoacanense. Allende 36, Coyoacán, DF.
Un día antes, más de 100 mil ciudadanos marcharon del Ángel de la Independencia al Zócalo del Distrito Federal para ratificar la visión que se condensa en La mafia nos robó la Presidencia, libro que su primera edición consta de 55 mil ejemplares, y para recibir el informe de Andrés Manuel López Obrador a la Convención Nacional Democrática.
El agudísimo contraste, resumido en imágenes que Televisa y Televisión Azteca regatearon como siempre a su audiencia, lo diría todo. Sobrarían los discursos y hasta las encuestas.
Un año después y tras siete meses de ejercicio del poder del Estado y de los cuantiosos recursos del erario para comprar casi todo lo que se le antoje, excepto varios millones de conciencias ciudadanas, Calderón Hinojosa no puede aún o no quiere, y el resultado es el mismo, reuniones a cielo abierto, ni siquiera con los representantes más fieles del 70 por ciento de aprobación que le dan algunas encuestas y no falta la que le asigna hasta 77 por ciento, como la de María de las Heras.
El michoacano ve la tempestad, acompañada de los fulminantes rayos que lanza Zhenli Ye Gon al corazón del PAN y de su equipo de campaña, en particular a Javier Lozano Alarcón, y no se hinca. Pide que su “proyecto de nación” permanezca mucho “más allá” del término de éste, en 2012. (Nos recuerda el sueño de Carlos Salinas de Gortari para que el depredador grupo que encabezó permaneciera en el poder hasta 2024). Y humilde como es, ostenta su orgullo porque duplicó el número de mexicanos que lo apoyan respecto del que votó por él.
A Vicente Fox Quesada y su sexenio simplemente los ignoró Calderón. Pero lo reproduce en materia del gigantesco gasto en imagen, propaganda y relaciones públicas. Así no resulta tan meritorio duplicar el número de partidarios mientras se ejerce el poder. Y si no que pregunten, por medio de una encuesta, cuántos mexicanos apoyan la gestión del “presidente Fox”, quien se retiró con 70 de aprobación. Dudo que alcance la mitad.
El fondo de la soberbia del moreliano y su monocolor equipo de gobierno, estriba en algo que la galardonada con el Rómulo Gallegos, Elena Poniatowska, explica con harta claridad: “con el plantón se desahogó una gran parte de la ira y el enojo de millones de mexicanos por el fraude”.
“Esa pobre señora”, como la motejó Espino Barrientos, entiende mejor las coordenadas del México real, peligrosamente cada vez más alejado del formal, que no pocos políticos que se dicen profesionales, incluido el primer panista del país, quien sigue obcecado en convertir el descontento ciudadano y social --que sembró y provocó con esmero digno de mejor causa--, como producto de “quienes se empeñan en exacerbarlo”.
Algún día, esperemos que antes del 30 de noviembre de 2012, Felipe de Jesús Calderón entenderá y acaso podrá asumir, por lo menos intelectualmente, que sin el movimiento del voto por voto y casilla por casilla, el plantón en el Centro Histórico, la Convención Nacional Democrática, la presidencia legítima de López Obrador, es decir: la resistencia ciudadana, sería inviable la contención del estallido de millones de ciudadanos.
Y lo anterior se lo debe Calderón al liderazgo del hombre al que estigmatizó --desde el cobarde anonimato televisivo pagado-- como Un peligro para México, y que un año después no sólo entrega cuentas que refrendan la naturaleza pacífica del movimiento que dirige, sino saldo blanco.
Acuse de recibo
El académico y periodista Samuel Schmidt comenta sobre Mensaje ominoso (2-VII-07): “En efecto, mucho de criticable tiene Gutiérrez Vivó, sin embargo, como bien lo dices, en esta coyuntura destacaran mucho más los silencios que las condenas por el cierre de ese medio. Y nunca pudiste estar más acertado que comparándolo con Hugo Chávez. Ésta es una muestra fehaciente del poder y vigor del autoritarismo mexicano”... La Liga Mexicana por la Defensa de los Derechos Humanos comunica: Desde la Limeddh Informamos que el tribunal colegiado ratificó la sentencia de amparo en los juicios 38/2007 y 40/2007 otorgados por el Juzgado Tercero de Distrito en el Estado, el 18 de abril pasado, interpuestos por la Limeddh, por ser inexistentes los cargos y las acusaciones de la Procuraduría General de Justicia del Estado (PGJE), así como el auto de formal prisión decretado por el Juzgado Mixto de Primera Instancia de Tlacolula de Matamoros. Con ello quedan exoneradas 93 personas detenidas el pasado 25 de noviembre en la ciudad de Oaxaca”... Frentes, coaliciones y talleres. Grupos visuales en México en el siglo XX será presentado el miércoles 4 a las 19 horas en el Foro Cultural Coyoacanense. Allende 36, Coyoacán, DF.
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