viernes, junio 15, 2007

CRONICA DE LA MEGAMARCHA EN OAXACA

Sin mayor incidente la megamarcha magisterial
Samuel GÓMEZ15/06/2007, 05:06:59 AM

Y a través del sonido se hacía un llamado:-¡Esos jóvenes que van a la izquierda!, si quieren participar en esta marcha den la cara, ¿o a quÉ le temen?...Era el llamado que hacía uno de los oradores de la megamarcha del magisterio que a las 12:25 horas, cruzada por el Periférico, para tomar la calle de Bustamante.Los dos jóvenes, un hombre y una mujer eran tomados por sorpresa, mientras se quedaban inmóviles sin poder hacer sus pintas.Luego de algunos segundos y ante la presión de los mismos maestros optaban por quitarse las máscaras y se sumaban al contingente.Hasta esa hora todo transcurría con normalidad, en tanto las consignas no cesaban en pedir la derogación de las reformas a la Ley del ISSSTE.- ¡De este a oeste, ganaremos esta lucha cueste lo que cueste!Los maestros con enjundia lanzaban sus consignas, a la vez de pedir cárcel para quienes hace un año los reprimieron, durante su plantón que mantenían en el zócalo de la ciudad.Al frente de la marcha, Ezequiel Rosales Carreño empezaba a sudar la gota gorda de la caminata, al igual que el vocero oficial, Daniel Rosas Romero, quien se quedaba un tanto rezagado.Ahí los maestros hacían énfasis:- Ya vamos llegando y el tirado está temblando…- ¡Ulises, Ulises!, ya vamos llegando!...Hay quienes salían a sus puertas a observar el paso de la marcha magisterial, en donde sólo algunos grupos de jóvenes se lograban colar en los contingentes, para realizar diversas pintas en demanda de la salida del gobernador Ulises Ruiz y firmado por la APPO.Nadie había cerrado sus comercios, y la manifestación se realizaba en un clima de paz y tranquilidad, en tanto la ciudadanía solo observaba de cerca.12:43 hrs.:La marcha arribaba al zócalo de la ciudad capital, en donde se decía que nuevamente se volvía a tomar la plaza del pueblo y el espacio para la libre manifestación.Ningún comercio había cerrado sus puertas, en tanto algunos curiosos llegaban a tomar el café, mientras iniciaba el mitin, en donde también participaban las delegaciones 16 de Jalisco, 31 de Tlaxcala, 36 del Valle de México, 7 de Chiapas, 9,10 y 11 del DF, así como la 44 de Durango y 19 de Morelos.Las mantas de los maestros tronaban en contra de las reforma a la Ley del ISSSTE, otras pedían el castigo a los responsables del frustrado desalojo de hace un año y la salida del gobernador Ulises Ruiz Ortiz.Poco a poco los contingentes se iban colocando en torno al kiosco en donde se realizaría el mitin, mientras otros llegaban a la Alameda de León, en donde en la parte frontal había dos enormes pintas sobre la cantera, donde se decía que la lucha popular aún no terminaba y se convocaba al pueblo a sumarse.En un primer reporte, decía el secretario de Organización, Ezequiel Rosales Carreño, eran 300 mil los que participaban en la megamarcha, pero se esperaba el concentrado final que lo darían a conocer por la noche, una vez de las evaluaciones.En el Kiosco, se colocaba un ataúd con la inscripción de Ulises Ruiz Ortiz, mientras iniciaba el mitin, en donde Marcelino Coache, señalaba que nunca traicionaría al movimiento popular, e insistía en la salida de los presos políticos.Luego vendría Felipa Cruz, de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO); Genoveva García, de los Pueblos de Loxicha; Pablo Hernández, del Sindicato de Trabajadores de la Universidad Nacional Autónoma de México (STUNAM), entre otros.Todos coincidían en el espíritu represivo del gobierno, ante lo que solicitaban cárcel para los agresores del movimiento magisterial.Y venía otro llamado:- A los compañeros, a esos jóvenes que están encapuchados del lado del Hotel del Valle, le pedimos que no trastoquen esta marcha, que lo hagan dentro de un clima de paz y tranquilidad para no caer en la provocación del Estado.Y era así como se formaba el traca- traca, con algunos profesores quienes retenían a los jóvenes ante las provocaciones.Era el momento que aprovechaban para lanzar cohetones, porque la mayoría no fueron utilizados durante la madrugada que era el plan de acción de la APPO.También se pedía una ayuda voluntaria para el niño Josué Esaú Reyes, de una escuela primaria de la región Mixteca, quien atraviesa por una aguda enfermedad.Al zócalo también arribaban los danzantes de la pluma de Cuilapan, quienes acompañaban a los maestros, al igual que en la esquina de Bustamante y Guerrero, se organizaba un reventón con la banda “La crucecita”, jóvenes ataviadas con playeras que decía con letras rojas: “Las mujeres somos mucha más fuerza”, se daban a la tarea de ponerle sabor a la marcha.Y en el frente, un grupo de maestros escenificaban escenas de aquel 14 de junio en el frustrado desalojo, lo que provocaba el aplauso de los asistentes.Para Rosales Carreño la marcha había sido un éxito, al plantear que fueron más de 300 mil asistentes, mientras las corporaciones policíacas las reducían a unos 40 mil.

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