La marcha..
"Temperatura ambiente, 23 grados centígrados", alcancé a escuchar en la sexy voz de una locutora de radio antes de comprar mi boleto del Metro.
Pero dentro, en medio de un vagón que iba desbordándose de gente y quizás más gordo que de costumbre, se duplicaba. Y por si fuera poco ese martirio, las paradas en todas las estaciones fueron muy lentas. En una en particular, Tacubaya, fue de 15 minutos. ¿Se imagina sin ventilación?.
Ojalá, los ahorquen a todos (!Gulp!).
De una joven y guapa señorita, no me hubiera esperado una respuesta de tal magnitud. Y menos, si mi pregunta (¿habrán salido ya, los manifestantes del Ángel de la Independencia?) simplemente requería una contestación monosílaba. Sin embargo, su actitud, es la mejor demostración del daño profundo que han dejado en la sociedad, los publicistas, los medios de comunicación que se prestaron a ello y el Partido Acción Nacional, a los cuales no les importo en lo absoluto la contaminación que regaron con tal de llegar a su objetivo bastardo.
Pobre jovencita, su corazón lleno de amargura, no le permite ver siquiera que, aquellos a los que deseaba la horca, luchan por su mejoría, la de su familia y sus descendientes.
Por un momento, pensé que no llegaba. Pero, al ver a Carlos Salinas representando a Jesusa Rodríguez (quizás deba ser al revés, pero lo hace tan bien ella, que siembra la duda) me sabia a tiempo de marcha, molto vivace.
Durante el recorrido, pude conversar con personal del sindicato de electricistas, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y de la UNAM, con gente venida del interior de la republica, los cuales formaban los al menos cincuenta mil manifestantes (cifra que me dieron tres jefes de vialidad después del acto central en el zócalo). Para ser entre semana y a la hora de la cita, no se debe despreciar el número. Lo que sucede, es que AMLO, nos tiene acostumbrados a mover cientos de miles por evento. Ya lo veremos en la segunda reunión de la Convención Nacional Democrática que se llevará a cabo el próximo mes.
La sociedad, ya puso su parte. Ahora, los legisladores tendrán que poner la suya. El gobierno federal, ni lo cuento, pues, ellos son los causantes del daño.
La reunión pública realizada por la tarde de ayer, es un aviso al que se debe poner atención. La siguiente acción por el sondeo que pude observar en mis charlas con los participantes, será, el paro general. La dinámica será mayor, contra lo que se puede pensar. La gente se ve molesta y me atrevo a decirlo en mexicano puro, muy encabronada; saben perfectamente lo que viene y no están dispuestos a dar más de si. Humanamente, no es posible. Es la hora, en que el sacrificio, tiene que venir de arriba. Además, para los dueños del dinero y del país, nada más representa ganar menos, ni siquiera perderán algo.
Los míseros cincuenta pesos del salario actual, no sirven para nada. Se necesita un poder de compra equivalente a 300 pesos diarios para vivir dignamente. La liga, está a punto de romperse. Si los amos del poder no lo entienden, allá ellos. Solamente les recuerdo, que es mejor, ser propietario de algo en paz y tranquilidad, porque eso mantiene su valor y lo incrementa con el tiempo. Que ser dueño de todo, en condiciones de inseguridad. Les aseguro, que siempre será mejor, el primer escenario.
"Temperatura ambiente, 23 grados centígrados", alcancé a escuchar en la sexy voz de una locutora de radio antes de comprar mi boleto del Metro.
Pero dentro, en medio de un vagón que iba desbordándose de gente y quizás más gordo que de costumbre, se duplicaba. Y por si fuera poco ese martirio, las paradas en todas las estaciones fueron muy lentas. En una en particular, Tacubaya, fue de 15 minutos. ¿Se imagina sin ventilación?.
Ojalá, los ahorquen a todos (!Gulp!).
De una joven y guapa señorita, no me hubiera esperado una respuesta de tal magnitud. Y menos, si mi pregunta (¿habrán salido ya, los manifestantes del Ángel de la Independencia?) simplemente requería una contestación monosílaba. Sin embargo, su actitud, es la mejor demostración del daño profundo que han dejado en la sociedad, los publicistas, los medios de comunicación que se prestaron a ello y el Partido Acción Nacional, a los cuales no les importo en lo absoluto la contaminación que regaron con tal de llegar a su objetivo bastardo.
Pobre jovencita, su corazón lleno de amargura, no le permite ver siquiera que, aquellos a los que deseaba la horca, luchan por su mejoría, la de su familia y sus descendientes.
Por un momento, pensé que no llegaba. Pero, al ver a Carlos Salinas representando a Jesusa Rodríguez (quizás deba ser al revés, pero lo hace tan bien ella, que siembra la duda) me sabia a tiempo de marcha, molto vivace.
Durante el recorrido, pude conversar con personal del sindicato de electricistas, estudiantes del Instituto Politécnico Nacional y de la UNAM, con gente venida del interior de la republica, los cuales formaban los al menos cincuenta mil manifestantes (cifra que me dieron tres jefes de vialidad después del acto central en el zócalo). Para ser entre semana y a la hora de la cita, no se debe despreciar el número. Lo que sucede, es que AMLO, nos tiene acostumbrados a mover cientos de miles por evento. Ya lo veremos en la segunda reunión de la Convención Nacional Democrática que se llevará a cabo el próximo mes.
La sociedad, ya puso su parte. Ahora, los legisladores tendrán que poner la suya. El gobierno federal, ni lo cuento, pues, ellos son los causantes del daño.
La reunión pública realizada por la tarde de ayer, es un aviso al que se debe poner atención. La siguiente acción por el sondeo que pude observar en mis charlas con los participantes, será, el paro general. La dinámica será mayor, contra lo que se puede pensar. La gente se ve molesta y me atrevo a decirlo en mexicano puro, muy encabronada; saben perfectamente lo que viene y no están dispuestos a dar más de si. Humanamente, no es posible. Es la hora, en que el sacrificio, tiene que venir de arriba. Además, para los dueños del dinero y del país, nada más representa ganar menos, ni siquiera perderán algo.
Los míseros cincuenta pesos del salario actual, no sirven para nada. Se necesita un poder de compra equivalente a 300 pesos diarios para vivir dignamente. La liga, está a punto de romperse. Si los amos del poder no lo entienden, allá ellos. Solamente les recuerdo, que es mejor, ser propietario de algo en paz y tranquilidad, porque eso mantiene su valor y lo incrementa con el tiempo. Que ser dueño de todo, en condiciones de inseguridad. Les aseguro, que siempre será mejor, el primer escenario.
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