miércoles, octubre 11, 2006

Conjeturas - Alvaro Cepeda Neri

Nota traida del Diario Por Esto de Yucatan


Alvaro Cepeda Neri
Conjeturas
I.- En el marco de los 90 años del periódico, con circulación nacional, editado en la capital del país: El Universal, se llevó a cabo otra más de las Asambleas Generales de la Sociedad Interamericana de Prensa (por sus siglas: SIP), donde el invitado especial fue el presidente electo Felipe Calde-ron, quien, como Fox, se hace acompañar, para todo, de su esposa, la ex diputada: Margarita Zavala (hermana de los integrantes de "Hildebrando", que le metieron mano a las computadoras de la elección presidencial) y lo cual es ya mala seña de lo que viene.II.- Y es que la tal Margarita ha sido siempre y así se conocieron, activista del PAN y ha tenido más de un cargo dentro del partido y legisladora federal; los que la conocen aseguran que intervendrá más que Mart(h)a en la conducción presidencial y serán la segunda "pareja presidencial", donde ella será el poder tras el trono y con eso asegurar el abuso del poder. Ella, pues, no ha dejado de aparecer en todos los actos públicos y privados de su esposo, siguiendo la tradición foxista de compartir, sin responsabilidad directa, el ejercicio del Poder Ejecutivo Federal que debe ser desempeñado solamente por un individuo.III.- En ese evento, donde el empresario, editor y director general de El Universal, tuvo como invitado a Calde-ron y como huéspedes a los integrantes de la mesa directiva de la SIP, el "electo" todavía en vísperas de ser Presidente Constitucional (si y solamente si rinde juramento constitucional ante el Congreso General), aprovechó para enviar su mensaje respecto a las libertades (que lo son para todos los mexicanos) de expresión para opinar, criticar, plantear peticiones y publicar escritos sobre cualquier materia, que, en forma profesional ejerciendo, a su vez, la libertad de trabajo, realizan los que se dedican, como periodistas y comunicadores, a los medios de comunicación.IV.- Fox, en su momento (y antes los priístas) también prometió respetar esos derechos y constantemente estuvo presionándolos, siempre al ataque y nunca puso nada de su parte, con todo el poder presidencial y sus obligaciones, para resolver los homicidios, secuestros y constantes embestidas a la prensa, sobre todo, la escrita donde sus actores son quienes más insisten en maximizar esas libertades y llevarlas hasta sus últimas consecuencias. Ahora le toca el turno a Calde-ron y como "prometer no empobrece", de labios para fuera se compromete a lo mismo, mientras sus voceros y empleados, con la aprobación e incitación del "electo", en cuanto no les guste la crítica ni la información, desatarán a sus perros.V.- Soltó Calde-ron dos juicios. Uno: "Se otorgarán garantías en mi gobierno al límite de sus posibilidades, para que pueda proteger y ejercer con libertad el periodismo". Salta a la vista la pésima sintaxis lo que lo iguala con los dislates de Fox. Las garantías ya existen y lo que el panista de derechas debió decir es que él y su grupo, en lo que les compete, acatarán, se someterán a los principios constitucionales, ejecutando sus obligaciones, para que los periodistas hagan su trabajo: informar y criticar conforme a sus derechos y obligaciones (y para esto despenalizar la calumnia y la difamación hasta borrarlas de la legislación penal, para dejar todo reducido a sanciones civiles en las disputas entre los criticados o afectados por la información y los periodistas).VI.- El otro juicio reza así: "No habrá censura de ningún tipo ni cortapisas para hablar y escribir". Y agregó, entre advertencia y límite a las libertades de prensa, lo de siempre: que el periodismo sea objetivo. Pero, le faltó lo esencial, en todo caso: que sea veraz y contrastar la información. Obviamente que Calde-ron olvida o se hace el olvidadizo, ya que es la Constitución y sus demás leyes reglamentarias las que precisan las fronteras de esos derechos, como son las obligaciones y requisitos que han de tener en cuenta los periodistas, para su labor.VII.- La Sociedad Interamericana de Prensa, desde su fundación (y no son menos de 60 años), que últimamente ha hecho un viraje más liberal, pero no más democrático y mucho menos republicano, fue una organización que justificaba a los regímenes autoritarios. Y lo más que se atrevía, era a hacer tibias "recomendaciones" para que la prensa escrita tuviera, en los países democráticos (como entonces, lo era más, entre los demás latinoamericanos, México) más fuerza. Ultimamente la SIP ha girado a ser una organización constituida con periódicos afiliados (como El Universal), más abierta al periodismo crítico.VIII.- Ahora la SIP está presidida por Diana Daniels y constantemente lleva a cabo reuniones y su asamblea anual para evaluar el grado de libertad de la prensa, manifestando sus opiniones y recomendaciones. Empero, la SIP no cuenta con el respaldo de la mayoría de medios de comunicación escritos y sigue despertando recelos por su pasado mediato e inmediato, cuando favorecía a los gobernantes que eran proclives al imperio estadounidense donde ésta radica y desde donde opera. Con lo cual sus intereses son más de Washington que del resto del Continente donde se ha erigido en vigilante de esos medios y siempre sometida a los regímenes.IX.- Y a pesar de las declaraciones de Calde-ron, salvo algunos noticieros de radio, nadie más se hizo eco de la asamblea de la SIP, por lo que la información fue privativa de El Universal (en su edición: 2/X/06). Le hicieron lo que se llama el "vacío", no por el periódico, sino por la Sociedad Interamericana de Prensa, la que a través de sus directivos más le gusta las fiestas que los actos políticos para, al menos, a control remoto desde allende el río Bravo, hablar en pro de las libertades de prensa. Como diversión para viajar, brindar y celebrar toman los actos los de la SIP.X.- En cuanto a los mexicanos que ejercen sus derechos de opinar, criticar e informar, como simples ciudadanos (y los periodistas en lo particular), Calde-ron está más que obligado a someterse a la Constitución y ésta no está a disposición de si ha de acatarse ni de hacernos el favor de respetar las libertades que la nación ha conquistado duramente y que todos los días refrendamos para mantenerlas vigentes. El "electo", si llega a ser presidente constitucional no tiene más opción que someter sus actos y omisiones a lo que dispone el imperio de la ley. Y solamente hacer lo que ella le permite expresamente. Así de sencillo.

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