Por Enrique Cisneros
El día de ayer se anunció que en julio próximo iniciará en México la construcción de dos plantas productoras de etanol para incorporar al país a la industria de los bioenergéticos. Esto costará más de 230 millones dólares, anunció la presidenta de la Fundación Emisión , Isabel Gómez. Todo lo producido será exportado a Estados Unidos para que este país deje de depender de Venezuela, Irán y otros países a quienes considera sus enemigos, pero que son grandes productores de petróleo.
Para lograr los objetivos económicos se convenció a muchos campesinos de que dejaran de sembrar maíz y trigo y en las tierras se sembrará sorgo dulce, tres veces al año….. hasta que se agoten. Otros sembrarán caña de azúcar.
El primer proyecto de utilizar los suelos para este uso será en Nuevo León y el segundo con recursos por 165 millones de dólares se edificará en Ciudad Obregón, Sonora, donde en una extensión de 40 mil hectáreas se dejará de cultivar trigo debido a problemas de comercialización, generados por los subsidios “desleales” que Estados Unidos tiene a su agricultura y con la que han quebrado a millones de campesinos de México y el mundo. Gracias a esas 40 mil hectáreas que dejarán de producir comida para consumo humano, se producirán alrededor de un millón de litros de etanol al día, que se venderá a Estados Unidos.
Con esta política que se aplicará sobre todo en países pobres en los que Estados Unidos controla a los gobiernos (como aquí sucede con Felipe Calderón), los norteamericanos podrán presionar más libremente a los países que considera sus enemigos porque están luchando por liberarse del dominio yanqui.
Sobre la reconversión de las tierras de cultivo, la funcionaria Gómez, de la trasnacional privada, aseguró que "los ejidatarios necesitan reconvertir sus tierras para ser rentables". Agregó que con ambos proyectos para la producción de etanol los ejidatarios "tendrán asegurada la venta de su materia prima con mejores precios y mejorará sustancialmente la calidad de vida de los productores".
No dijo nada sobre las consecuencias de desabasto alimentario en el país y el incremento de la dependencia alimentaria, ya de por sí critica de México.
Aunque es un proyecto privado, en la construcción de las dos plantas participan el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (aportando investigaciones para sacarle más rendimientos inmediatos a las tierras) y la Comisión Nacional del Agua (CNA). Esta segunda participará a través de recursos humanos y económicos para lo que los neoliberales llaman la “reconversión productiva, la modernización del riego y el redimensionamiento de áreas”
Lo cierto es que como ya se ha publicado en Machetearte, el programa diseñado para usar enormes extensiones de tierras fértiles y grandes reservas de agua y de nutrientes en la producción de toneladas y toneladas de cereales y oleaginosas (alimentos vitales para lo habitantes del planeta tierra), destinándolas a producir industrialmente bio-combustibles, retirándolas del mercado de la alimentación humana y animal, provocará más escasez y encareciendo de productos alimenticios y todos sus derivados. Esto tiene realmente las implicaciones de un genocidio-ecocidio inédito en la historia de la humanidad.
Fidel Castro ya había denunciado que esto solo se le podía ocurrir a mentes retorcidas interesadas en mantener un sistema de explotación y exclusión inhumano, en preservar y multiplicar infinitas ganancias en favor de reducidas minorías, en sostener un modelo consumista escandaloso y absurdo a favor de una parte limitada de la sociedad humana. Sólo podrían pensarlo e implementarlo representantes de elites sociales y económicas inmersas en al opulencia y el derroche de los recursos naturales y del producto del trabajo del mundo asalariado…esto, escribió Fidel, sólo puede ocurrir en el actual contexto mundial, planteando esa opción como respuesta a la crisis energética y a la creciente penuria de combustibles (petróleo, gas natural, carbón) de las potencias imperialistas, particularmente de la súper-potencia estadounidense.
En reflexiones recientes Fidel demostró que el operativo etanol, en la dimensión planteada por el jefe del imperialismo estadounidense –seguido por otros líderes del capitalismo actual- podría "condenar a muerte prematura por hambre y sed a tres mil millones de personas en el mundo"
Con esta acción el gobierno espurio de Calderón se suma a este genocidio, que de consumarse, a mediano plazo alcanzará también a millones de mexicanos. (Con información de Notimex y Narciso Isa Conde)
Para lograr los objetivos económicos se convenció a muchos campesinos de que dejaran de sembrar maíz y trigo y en las tierras se sembrará sorgo dulce, tres veces al año….. hasta que se agoten. Otros sembrarán caña de azúcar.
El primer proyecto de utilizar los suelos para este uso será en Nuevo León y el segundo con recursos por 165 millones de dólares se edificará en Ciudad Obregón, Sonora, donde en una extensión de 40 mil hectáreas se dejará de cultivar trigo debido a problemas de comercialización, generados por los subsidios “desleales” que Estados Unidos tiene a su agricultura y con la que han quebrado a millones de campesinos de México y el mundo. Gracias a esas 40 mil hectáreas que dejarán de producir comida para consumo humano, se producirán alrededor de un millón de litros de etanol al día, que se venderá a Estados Unidos.
Con esta política que se aplicará sobre todo en países pobres en los que Estados Unidos controla a los gobiernos (como aquí sucede con Felipe Calderón), los norteamericanos podrán presionar más libremente a los países que considera sus enemigos porque están luchando por liberarse del dominio yanqui.
Sobre la reconversión de las tierras de cultivo, la funcionaria Gómez, de la trasnacional privada, aseguró que "los ejidatarios necesitan reconvertir sus tierras para ser rentables". Agregó que con ambos proyectos para la producción de etanol los ejidatarios "tendrán asegurada la venta de su materia prima con mejores precios y mejorará sustancialmente la calidad de vida de los productores".
No dijo nada sobre las consecuencias de desabasto alimentario en el país y el incremento de la dependencia alimentaria, ya de por sí critica de México.
Aunque es un proyecto privado, en la construcción de las dos plantas participan el Instituto Nacional de Investigaciones Forestales, Agrícolas y Pecuarias (aportando investigaciones para sacarle más rendimientos inmediatos a las tierras) y la Comisión Nacional del Agua (CNA). Esta segunda participará a través de recursos humanos y económicos para lo que los neoliberales llaman la “reconversión productiva, la modernización del riego y el redimensionamiento de áreas”
Lo cierto es que como ya se ha publicado en Machetearte, el programa diseñado para usar enormes extensiones de tierras fértiles y grandes reservas de agua y de nutrientes en la producción de toneladas y toneladas de cereales y oleaginosas (alimentos vitales para lo habitantes del planeta tierra), destinándolas a producir industrialmente bio-combustibles, retirándolas del mercado de la alimentación humana y animal, provocará más escasez y encareciendo de productos alimenticios y todos sus derivados. Esto tiene realmente las implicaciones de un genocidio-ecocidio inédito en la historia de la humanidad.
Fidel Castro ya había denunciado que esto solo se le podía ocurrir a mentes retorcidas interesadas en mantener un sistema de explotación y exclusión inhumano, en preservar y multiplicar infinitas ganancias en favor de reducidas minorías, en sostener un modelo consumista escandaloso y absurdo a favor de una parte limitada de la sociedad humana. Sólo podrían pensarlo e implementarlo representantes de elites sociales y económicas inmersas en al opulencia y el derroche de los recursos naturales y del producto del trabajo del mundo asalariado…esto, escribió Fidel, sólo puede ocurrir en el actual contexto mundial, planteando esa opción como respuesta a la crisis energética y a la creciente penuria de combustibles (petróleo, gas natural, carbón) de las potencias imperialistas, particularmente de la súper-potencia estadounidense.
En reflexiones recientes Fidel demostró que el operativo etanol, en la dimensión planteada por el jefe del imperialismo estadounidense –seguido por otros líderes del capitalismo actual- podría "condenar a muerte prematura por hambre y sed a tres mil millones de personas en el mundo"
Con esta acción el gobierno espurio de Calderón se suma a este genocidio, que de consumarse, a mediano plazo alcanzará también a millones de mexicanos. (Con información de Notimex y Narciso Isa Conde)
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