A Puerta cerrada
Marcela Gómez Zalce
gomezalce@aol.com (Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla)
• Javier y el Dr. Psiquiatra
• Se “calienta” el AICM…
No se deben enviar, mi estimado, incoherentes señales al mismo tiempo. Ante el efecto en los mercados internacionales por el divertido desmadre recesivo en la economía estadunidense, Felipe Calderón sigue con su tonadilla sobreexcitada de que con todo y lo adverso de las condiciones y el contexto financiero internacional, México sigue siendo el mejor lugar para invertir… con cautela. Las célebres palabras presidenciales estuvieron, esta vez, acompañadas de excesivas muletillas develando un dejo de evidente inseguridad y nerviosismo, que por si fuera poco ya recorre velozmente los pasillos del Gymboree en Hacienda, Los Pinos y de varios destacados y serios despachos.
El panorama del hoyo negro económico, my friend, es aún incierto, así como el extraño virus (o coscorrón marca ACME) que repentinamente infectó al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien ayer en el marco de la Asamblea General Extraordinaria y el 50 Aniversario de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), manifestó (his mental psychosis) un original deseo para... sentarse en la mesa a negociar el delicado conflicto minero encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, que ha logrado cerrar filas —gracias a los atropellos, complicidades y estupideces federales ocurridas en Cananea— entre varios poderosos sindicatos y que, tardíamente, ha prendido las alertas en algún tablero instintivo del gobierno federal.
Sobre todo cuando el pasado sábado, el líder de los mineros hizo un par de divertidas llamadas telefónicas al chico nuevo de Bucareli, Juan Camilo —quien, of course, no le tomó la llamada— para manifestarle su deseo de poner los puntos sobre las peligrosas íes y acabar de una vez por todas la simulación de la STyPS en todo lo relacionado al conflicto sindical.
Si le suma el interesante músculo exhibido en la manifestación del pasado martes, donde ya varios sindicatos cerraron filas en una agenda de valores entendidos, las señales rumbo al 31 de este mes más lo que siga en el accidentado camino hacia el 1 de mayo, lograron que al buen Javier le tiraran los dientes de un buen zape.
Porque no se entiende, mi estimado, la actitud furibunda, histérica, intolerante y soberbia del titular del Trabajo, despacho donde se debieran tutelar los derechos de los trabajadores, en una improvisada conferencia de prensa donde bravucón arremetió contra Gómez Urrutia y sus seguidores, a la cariñosa señal enviada el día de ayer en una divertida encerrona con Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, para que interviniera como interlocutor con el aguerrido Napoleón.
Para entender la extraña actitud del secretario del Trabajo hay seductoras reflexiones, my friend, so let´s have fun in the giving out game:
A Lozano Alarcón le llegó el distintivo coopelas o cuello desde Gobernación... or somewhere else.
A) Es un espléndido nominado para ir a una cita urgente con el doctor psiquiatra para analizar síntomas de inequívoca bipolaridad
B) El contagio de la emoción presidencial lo obligó a una sobredosis de pildoritas que alteró sus hormonas
C) All of the above
Porque más allá del lamentable papel jugado al día de hoy por Javier, quien ha perdido interlocución y credibilidad, es evidente que en algunos despachos del gobierno federal no están dispuestos a tragar más lumbre en estos momentos donde la pradera social arde en llamas con efectos de pronóstico reservado.
La singular cuestión radicará en si verdaderamente hay voluntad política —porque el plano jurídico ha quedado bastante claro en estos largos meses— para solucionar este delicado conflicto, o si Felipe Calderón sólo quiere ganar tiempo y, de paso, dividir la simpática empatía sindical de cara a una controvertida reforma… donde por cierto el mayor desgaste recaerá en la vapuleada figura del titular de la STyPS… para después sacar el bote de flit.
En fin. Las cartas están sobre la mesa, el tiempo corre aunque no descarte, my friend, que debajo hay más de una granada deschavetada…
Por la Mirilla
El AICM es epicentro de la guerra (secuela de lo que sucede en Baja California, Tamaulipas y Michoacán) entre la organizada delincuencia que se disputa el simpático mercado. La pregunta de cajón, ante el muuuuy original decomiso de armas en estos días es... ¿cómo rayos circula por el país, desparpajado, ese arsenal proveniente de ambas fronteras...?
Marcela Gómez Zalce
gomezalce@aol.com (Esta dirección de correo electrónico está protegida contra los robots de spam, necesita tener Javascript activado para poder verla)
• Javier y el Dr. Psiquiatra
• Se “calienta” el AICM…
No se deben enviar, mi estimado, incoherentes señales al mismo tiempo. Ante el efecto en los mercados internacionales por el divertido desmadre recesivo en la economía estadunidense, Felipe Calderón sigue con su tonadilla sobreexcitada de que con todo y lo adverso de las condiciones y el contexto financiero internacional, México sigue siendo el mejor lugar para invertir… con cautela. Las célebres palabras presidenciales estuvieron, esta vez, acompañadas de excesivas muletillas develando un dejo de evidente inseguridad y nerviosismo, que por si fuera poco ya recorre velozmente los pasillos del Gymboree en Hacienda, Los Pinos y de varios destacados y serios despachos.
El panorama del hoyo negro económico, my friend, es aún incierto, así como el extraño virus (o coscorrón marca ACME) que repentinamente infectó al secretario del Trabajo, Javier Lozano Alarcón, quien ayer en el marco de la Asamblea General Extraordinaria y el 50 Aniversario de la Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA), manifestó (his mental psychosis) un original deseo para... sentarse en la mesa a negociar el delicado conflicto minero encabezado por Napoleón Gómez Urrutia, que ha logrado cerrar filas —gracias a los atropellos, complicidades y estupideces federales ocurridas en Cananea— entre varios poderosos sindicatos y que, tardíamente, ha prendido las alertas en algún tablero instintivo del gobierno federal.
Sobre todo cuando el pasado sábado, el líder de los mineros hizo un par de divertidas llamadas telefónicas al chico nuevo de Bucareli, Juan Camilo —quien, of course, no le tomó la llamada— para manifestarle su deseo de poner los puntos sobre las peligrosas íes y acabar de una vez por todas la simulación de la STyPS en todo lo relacionado al conflicto sindical.
Si le suma el interesante músculo exhibido en la manifestación del pasado martes, donde ya varios sindicatos cerraron filas en una agenda de valores entendidos, las señales rumbo al 31 de este mes más lo que siga en el accidentado camino hacia el 1 de mayo, lograron que al buen Javier le tiraran los dientes de un buen zape.
Porque no se entiende, mi estimado, la actitud furibunda, histérica, intolerante y soberbia del titular del Trabajo, despacho donde se debieran tutelar los derechos de los trabajadores, en una improvisada conferencia de prensa donde bravucón arremetió contra Gómez Urrutia y sus seguidores, a la cariñosa señal enviada el día de ayer en una divertida encerrona con Francisco Hernández Juárez, líder de la UNT, para que interviniera como interlocutor con el aguerrido Napoleón.
Para entender la extraña actitud del secretario del Trabajo hay seductoras reflexiones, my friend, so let´s have fun in the giving out game:
A Lozano Alarcón le llegó el distintivo coopelas o cuello desde Gobernación... or somewhere else.
A) Es un espléndido nominado para ir a una cita urgente con el doctor psiquiatra para analizar síntomas de inequívoca bipolaridad
B) El contagio de la emoción presidencial lo obligó a una sobredosis de pildoritas que alteró sus hormonas
C) All of the above
Porque más allá del lamentable papel jugado al día de hoy por Javier, quien ha perdido interlocución y credibilidad, es evidente que en algunos despachos del gobierno federal no están dispuestos a tragar más lumbre en estos momentos donde la pradera social arde en llamas con efectos de pronóstico reservado.
La singular cuestión radicará en si verdaderamente hay voluntad política —porque el plano jurídico ha quedado bastante claro en estos largos meses— para solucionar este delicado conflicto, o si Felipe Calderón sólo quiere ganar tiempo y, de paso, dividir la simpática empatía sindical de cara a una controvertida reforma… donde por cierto el mayor desgaste recaerá en la vapuleada figura del titular de la STyPS… para después sacar el bote de flit.
En fin. Las cartas están sobre la mesa, el tiempo corre aunque no descarte, my friend, que debajo hay más de una granada deschavetada…
Por la Mirilla
El AICM es epicentro de la guerra (secuela de lo que sucede en Baja California, Tamaulipas y Michoacán) entre la organizada delincuencia que se disputa el simpático mercado. La pregunta de cajón, ante el muuuuy original decomiso de armas en estos días es... ¿cómo rayos circula por el país, desparpajado, ese arsenal proveniente de ambas fronteras...?
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