viernes, marzo 30, 2007

El espurio y el asesino Ulises gobernador de Oaxaca, en convivencia.

Por
Ernesto Núñez


Protagonizan espaldarazo en el Istmo. Pide Ejecutivo federal desterrar en Oaxaca impunidad, abusos corrupción y odio

JUCHITÁN, OAXACA.- En un parque de energía eólica, apartados del centro urbano más cercano y resguardados por tres retenes de policías federales y estatales, el Presidente Felipe Calderón y el Gobernador de Oaxaca, Ulises Ruiz, se dieron un mutuo espaldarazo de legitimación.

Calderón aprovechó su primera visita a Oaxaca para hacer un llamado a cerrar heridas, olvidar odios y rencores, y desterrar la corrupción, el abuso y la impunidad.

Ruiz recibió al Presidente al estilo priista; agasajándolo con un auditorio de más de tres mil personas, collares de flores, bastón de mando de las comunidades indígenas de la región, regalos para él y su esposa y un discurso en el que lo llamó "legítimo gobernante de todos los mexicanos".

Meses después del conflicto social que casi derriba a Ulises Ruiz, el Presidente se refirió a él como "Gobernador del estado", y le ofreció apoyar a Oaxaca para superar su miseria a cambio de honestidad, cooperación, solidaridad y reconciliación.

Citando a Benito Juárez, Calderón afirmó que cuando hay deseo de hacer la paz, los rencores se olvidan y cicatrizan las heridas.

"Va a ser indispensable que desterremos problemas que agravan la condición de la gente en Oaxaca, que desterremos problemas como la corrupción, la impunidad, el abuso, el odio y la violencia entre hermanos, para poder salir adelante.

"Si así lo hacemos, sepan ustedes oaxaqueños, que el Presidente de la República va a estar siempre con Oaxaca y trabajando con la gente de Oaxaca", dijo.

Ruiz pidió al Presidente trabajar juntos para sacar a Oaxaca de las estadísticas de marginación.

"Nuestros pueblos y mi gobierno estamos listos para trabajar con mayor energía, respaldando a su administración y coordinándonos con ella para sacar adelante proyectos y programas rezagados", dijo.

Después, usando una palabra muy panista, el otrora operador electoral del PRI ofreció apoyo total para sacar adelante reformas en el Congreso.

"Estamos con usted en la brega para construir juntos acuerdos legislativos, reformas económicas, políticas, sociales y administrativas que en el país se requieren", añadió.

Para la inauguración del parque de energía eólica La Venta II, Felipe Calderón Hinojosa viajó en el avión presidencial hasta la base aérea militar de Ciudad Ixtepec; después abordó un helicóptero que lo llevó a la zona de La Ventosa, ubicada a media hora de Juchitán yendo por carretera.

Libró por aire las protestas preparadas por el PRD y la sección 22 del sindicato de maestros, que fueron detenidas con tres retenes en los que participaban elementos del Estado Mayor Presidencial, la Policía Federal Preventiva y la Policía Estatal.

El Presidente no se mostró cordial o afectuoso con Ulises Ruiz. Incluso evitó en lo posible que el priista lo abrazara en público.

En contraparte, el Gobernador pidió al priismo del Istmo que se movilizaran desde temprano contingentes para concentrarlos en las instalaciones de la Comisión Federal de Electricidad.

Cerca de las vallas por donde pasó Calderón, se colocaron lideresas del PRI juchiteco para gritar "Felipe-Felipe", y cubrir al Presidente con flores, besos y abrazos.

Ruiz congregó en la visita presidencial a empresarios, líderes religiosos, autoridades de los poderes judicial y legislativo, y dirigentes sociales.

Al final de la visita presidencial, de apenas hora y media, el Gobernador se despidió de Calderón dándole tres obsequios: una colección de grabados de pintores oaxaqueños con motivo del Bicentenario de Juárez, un vestido de tehuana para su esposa, y una hamaca.

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