Por Alfredo Velarde
Desde Machetearte:
El anuncio dado a conocer el pasado viernes 12 de enero por el incompetente y transexenal Secretario de Economía, Eduardo Sojo , en el sentido de que para detener los exorbitantes incrementos que ha sufrido la tortilla habrán de importarse 650 mil toneladas de maíz contra el alza escandalosa de la tortilla , no hace sino demostrar que el remedio que concibe la dogmática neoliberal a la que se ha subordinado el espurio y represivo gobierno calderonista , a la postre, puede resultar incluso peor que la enfermedad que –nos dice- pretende curar.
Para el gabinete económico, la espiral inflacionaria que durante los últimos 3 sexenios ha incrementado astronómicamente los precios de mercado de los principales productos básicos y que son, como sabemos, bienes salariales de los trabajadores, son esencialmente –como suelen definirlo los administradores del capital- “fallas del mercado” . Sin embargo, lejos de ello, lo cierto es que el indignante incremento en el precio de la tortilla, que por sí misma representa más del 40% de la dieta de los mexicanos, especialmente de los de más bajos ingresos, nos confronta con la dura realidad que supone la errática y contraproducente orientación económica capitalista neoliberal que ha redundado en la rotunda pérdida de la soberanía alimentaria de los mexicanos .
Tanto las declaraciones gubernamentales, como los presuntos remedios para enfrentar la verdadera emergencia alimentaria que ya está golpeando la mesa de los asalariados que día a día perciben y sienten en carne propia el gradual y sostenido deterioro del poder adquisitivo del salario, nos están indicando que los funcionarios del gobierno no sólo carecen de una visión de conjunto que permita resolver el grave problema de desabasto que hoy sufre el mercado maicero , sino que tampoco comprenden el problema de fondo, ni están dispuestos a reconocer que, lo que han hecho de manera encadenada las anteriores administraciones neoliberales en el país, incluyendo la actual que inicia, no ha hecho otra cosa que complicar la posibilidad misma de satisfacer la demanda interna del mercado del maíz. Se olvidan estos personajes que, sin maíz, no hay país . ¡Así de simple!
Si para el neoliberalismo del funcionario calderonista Sojo , la problemática asociada al astronómico incremento en los precios del maíz es un problema de déficit en la oferta suficiente del grano que ha disparado el incremento de su precio , entonces, para él y las directrices de la globalización que obedientemente acata, pareciera pues que el problema está asociado a la pura circulación de este bien básico. Pero no. El asunto no es coyuntural, sino estructural .
La crisis del abasto en cantidades suficientes de maíz, no es un fenómeno circulatorio , sino fundamental y esencialmente productivo . Tampoco es un problema que solamente dimane del mercado internacional de maíz fuertemente inflacionado –aunque lo agrave- sino que es un problema interno vinculado a la ausencia de salud productiva de la economía nacional .
No hay maíz suficiente para el tamaño de la demanda de esta mercancía fundamental en la dieta de los mexicanos, porque ya no se produce la cantidad necesaria que nos ha hecho dependientes del costoso abasto exterior . Esta es –hay que decirlo- una implicación directa de la desorbitada apuesta a favor del aperturismo económico sin límite por el que optó el patrón de acumulación capitalista en el país desde el fatídico 1982 en que inició la demoledora orientación “reestructuradora” neoliberal en el país.
A fuerza de optar por el así denominado “libre comercio” , se clausuró la CONASUPO , se cancelaron los precios de garantía , se agotó toda línea crediticia al pequeño productor rural, culminando con el desmarcaje neoliberal del “estatismo populista” del pasado, sólo para coronar la deliberada quiebra de la soberanía alimentaria de la nación con la entrada en vigor del TLC en 1994, de funestos resultados para la nación. ¡Y ahora nos dicen que el precio de la tortilla es una falla del mercado!
Cualquier revisión medianamente acuciosa de la cadena de acontecimientos que explican que hoy, la nación que proviene de la grandiosa civilización mesoamericana del maíz , es incluso incapaz de satisfacer su mercado interno de la tortilla , permite documentar la profunda incorrección que hoy está obligando a México y sobretodo a sus trabajadores, a enormes sacrificios que ya incluso permiten augurar el crecimiento exponencial del hambre y consecuentemente de la desnutrición de los mexicanos .
De 1995 al año 2000, justo cuando inició el gobierno sinvergüenza de Fox y que Calderón pretende continuar en sus impertinentes encuadres, los recursos de PROCAMPO se precipitaron de 2000 mil millones, a apenas 500 millones de dólares. En ese mismo intervalo de tiempo, prácticamente desapareció más de medio millón de productores rurales que se fueron “para el otro lado” a proletarizarse en los EUA, y más de 100 mil hectáreas de superficie de labor agrícola, de pequeños productores rurales, fueron abandonados a su suerte . En su lugar, se impuso la agroindustria capitalista de exportación del pequeño número pero sumamente poderoso de capitalistas del campo y dando pie a la fuerte concentración oligopólica del mercado en poder de unos cuantos: Maseca, Cargill, Portimex , por señalar sólo a algunos.
Terminamos preguntando a los incapaces representantes del gabinete económico del fraudulento gobierno calderonista una pregunta elemental pero no por ello menos importante: ¿Cómo suponen ustedes, señores, que México, en su calidad de cuarto productor mundial de maíz, podrá garantizar el ininterrumpido abasto de los 22 millones de toneladas mínimo del insumo que requiere la nación para satisfacer su hambre de tortilla?
Desde Machetearte:
El anuncio dado a conocer el pasado viernes 12 de enero por el incompetente y transexenal Secretario de Economía, Eduardo Sojo , en el sentido de que para detener los exorbitantes incrementos que ha sufrido la tortilla habrán de importarse 650 mil toneladas de maíz contra el alza escandalosa de la tortilla , no hace sino demostrar que el remedio que concibe la dogmática neoliberal a la que se ha subordinado el espurio y represivo gobierno calderonista , a la postre, puede resultar incluso peor que la enfermedad que –nos dice- pretende curar.
Para el gabinete económico, la espiral inflacionaria que durante los últimos 3 sexenios ha incrementado astronómicamente los precios de mercado de los principales productos básicos y que son, como sabemos, bienes salariales de los trabajadores, son esencialmente –como suelen definirlo los administradores del capital- “fallas del mercado” . Sin embargo, lejos de ello, lo cierto es que el indignante incremento en el precio de la tortilla, que por sí misma representa más del 40% de la dieta de los mexicanos, especialmente de los de más bajos ingresos, nos confronta con la dura realidad que supone la errática y contraproducente orientación económica capitalista neoliberal que ha redundado en la rotunda pérdida de la soberanía alimentaria de los mexicanos .
Tanto las declaraciones gubernamentales, como los presuntos remedios para enfrentar la verdadera emergencia alimentaria que ya está golpeando la mesa de los asalariados que día a día perciben y sienten en carne propia el gradual y sostenido deterioro del poder adquisitivo del salario, nos están indicando que los funcionarios del gobierno no sólo carecen de una visión de conjunto que permita resolver el grave problema de desabasto que hoy sufre el mercado maicero , sino que tampoco comprenden el problema de fondo, ni están dispuestos a reconocer que, lo que han hecho de manera encadenada las anteriores administraciones neoliberales en el país, incluyendo la actual que inicia, no ha hecho otra cosa que complicar la posibilidad misma de satisfacer la demanda interna del mercado del maíz. Se olvidan estos personajes que, sin maíz, no hay país . ¡Así de simple!
Si para el neoliberalismo del funcionario calderonista Sojo , la problemática asociada al astronómico incremento en los precios del maíz es un problema de déficit en la oferta suficiente del grano que ha disparado el incremento de su precio , entonces, para él y las directrices de la globalización que obedientemente acata, pareciera pues que el problema está asociado a la pura circulación de este bien básico. Pero no. El asunto no es coyuntural, sino estructural .
La crisis del abasto en cantidades suficientes de maíz, no es un fenómeno circulatorio , sino fundamental y esencialmente productivo . Tampoco es un problema que solamente dimane del mercado internacional de maíz fuertemente inflacionado –aunque lo agrave- sino que es un problema interno vinculado a la ausencia de salud productiva de la economía nacional .
No hay maíz suficiente para el tamaño de la demanda de esta mercancía fundamental en la dieta de los mexicanos, porque ya no se produce la cantidad necesaria que nos ha hecho dependientes del costoso abasto exterior . Esta es –hay que decirlo- una implicación directa de la desorbitada apuesta a favor del aperturismo económico sin límite por el que optó el patrón de acumulación capitalista en el país desde el fatídico 1982 en que inició la demoledora orientación “reestructuradora” neoliberal en el país.
A fuerza de optar por el así denominado “libre comercio” , se clausuró la CONASUPO , se cancelaron los precios de garantía , se agotó toda línea crediticia al pequeño productor rural, culminando con el desmarcaje neoliberal del “estatismo populista” del pasado, sólo para coronar la deliberada quiebra de la soberanía alimentaria de la nación con la entrada en vigor del TLC en 1994, de funestos resultados para la nación. ¡Y ahora nos dicen que el precio de la tortilla es una falla del mercado!
Cualquier revisión medianamente acuciosa de la cadena de acontecimientos que explican que hoy, la nación que proviene de la grandiosa civilización mesoamericana del maíz , es incluso incapaz de satisfacer su mercado interno de la tortilla , permite documentar la profunda incorrección que hoy está obligando a México y sobretodo a sus trabajadores, a enormes sacrificios que ya incluso permiten augurar el crecimiento exponencial del hambre y consecuentemente de la desnutrición de los mexicanos .
De 1995 al año 2000, justo cuando inició el gobierno sinvergüenza de Fox y que Calderón pretende continuar en sus impertinentes encuadres, los recursos de PROCAMPO se precipitaron de 2000 mil millones, a apenas 500 millones de dólares. En ese mismo intervalo de tiempo, prácticamente desapareció más de medio millón de productores rurales que se fueron “para el otro lado” a proletarizarse en los EUA, y más de 100 mil hectáreas de superficie de labor agrícola, de pequeños productores rurales, fueron abandonados a su suerte . En su lugar, se impuso la agroindustria capitalista de exportación del pequeño número pero sumamente poderoso de capitalistas del campo y dando pie a la fuerte concentración oligopólica del mercado en poder de unos cuantos: Maseca, Cargill, Portimex , por señalar sólo a algunos.
Terminamos preguntando a los incapaces representantes del gabinete económico del fraudulento gobierno calderonista una pregunta elemental pero no por ello menos importante: ¿Cómo suponen ustedes, señores, que México, en su calidad de cuarto productor mundial de maíz, podrá garantizar el ininterrumpido abasto de los 22 millones de toneladas mínimo del insumo que requiere la nación para satisfacer su hambre de tortilla?
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