Entender dónde están, mi estimado, importa menos que saber adónde van. Hay ocurrentes indicios de que la luna de miel mediática y el beneficio de la duda para Felipe Calderón están decreciendo, o mejor aún, hacen agua. Su promesa y slogan de campaña del cacareado empleo está lejos de convertirse en realidad y los simpáticos cuestionamientos arrecian, en diversos sectores, sobre la inexistente estrategia federal para combatir al crimen organizado junto al enredado rol de nuestras fuerzas armadas en esta accidentada... guerra. Término, curiosamente mal utilizado, por el gobierno federal y que ya va dejando estelas complicadas en la percepción pública.
Hay varias divertidas preguntas que hacerle al inquilino de Los Pinos ahora que la Sedena ha anunciado el nacimiento del Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal como organismo que tiene, entre otras cosas, responsabilidad en proporcionar apoyo a las autoridades civiles de cualquier nivel de gobierno, en tareas de restauración del orden (¿?) y seguridad pública, en el combate a la delincuencia organizada o contra actos que atenten contra la seguridad de la nación. Atractivo por la amplitud de la ambigüedad, ¿no cree?
Este organismo, my friend, actuará bajo las órdenes (y mano firme, of course) de Felipe Calderón y dependerá técnica, operativa y administrativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional. Pero analicemos la confusa película anticrimen de Los Pinos. Ahí le va.
¿Qué pasó con los 10 mil elementos militares que serían transferidos a la polémica PFP, anunciados con bombo y platillo el 13 de diciembre del año pasado en Huehuetoca, Estado de México, en medio de las operaciones militares en Michoacán (estado que desde los Operativos whatever ha ido de mal en peor) y como parte de su plan de seguridad?
¿Dónde quedó el entretenido discurso del ex titular de los mAFIosos (cuyos uniformes, por cierto, siempre aparecen en peligrosas escenas del crimen) Genaro García Luna, calificando de “histórico” para la seguridad pública la incorporación de los nuevos elementos a la PFP?
¿Qué sucedió con la actitud de Calderón de reconocer que las funciones de las fuerzas armadas no corresponden con esta nueva encomienda y que una vez logrado el propósito de fortalecer a la policía, los elementos castrenses se reintegrarían a sus corporaciones para labores distintas a las de coadyuvancia con las autoridades civiles?
O sea, para ser más claros, my friend; ¡¿qué pasó con la orden, instrucción, mandato y/o decisión presidencial (y el chip de la memoria)?! In the middle of nowhere or in between...?
Sobre todo, mi estimado, cuando la SSP-F encabezada por, the usual suspect García Luna, está solicitando, en una ocurrente campaña mediática, que jóvenes se apunten para ser parte de los célebres cuerpos policiacos? Maniobra que costará mucho más tiempo, carretadas de billete, estudios y exámenes toxicológicos, antidoping y psicológicos para el reclutamiento de nuevos personajes.
Sobre todo cuando se estrena el decreto que entra en vigor hoy, con madres, del Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal. ¿Esto significa que el “préstamo” decembrino a la PFP valió, digamos, madres?
La delicada confusión, el peligroso manejo de las señales, el nulo interés del régimen por informar con transparencia, la ausencia de una estrategia clara ante la opinión pública y el cheque en blanco para el Ejército contra el crimen organizado va a tener peligrosas, muy peligrosas secuelas. Que nadie se diga sorprendido por el cúmulo de acontecimientos, impunidad y balconeo mediático que viene, como la temporada de huracanes, con demasiada anticipación.
Por la Mirilla
Las relaciones entre la SEP y el SNTE siguen en el maravilloso camino rumbo a... la colisión. Primero por el tacto de elefante de los colaboradores de Josefina Vázquez Mota para negociar lo innegociable en materia de aumento salarial, y ahora por la aparición de uno de esos divertidos desplegados donde “la sociedad civil” y distintas organizaciones —vinculadas al sector empresarial y a los colegios particulares– solicitan ser parte del reventón para presionar al SNTE. Enhorabuena. La pistolita educativa dispara, con una precisión milimétrica, para desmadrar las negociaciones bilaterales.
La simpática travesura (esquizoide) podría desencadenar un conflicto de (a madres) pronóstico reservado. Y.. ¡Feliz Día de las Madres! (para los que tengan...).
Hay varias divertidas preguntas que hacerle al inquilino de Los Pinos ahora que la Sedena ha anunciado el nacimiento del Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal como organismo que tiene, entre otras cosas, responsabilidad en proporcionar apoyo a las autoridades civiles de cualquier nivel de gobierno, en tareas de restauración del orden (¿?) y seguridad pública, en el combate a la delincuencia organizada o contra actos que atenten contra la seguridad de la nación. Atractivo por la amplitud de la ambigüedad, ¿no cree?
Este organismo, my friend, actuará bajo las órdenes (y mano firme, of course) de Felipe Calderón y dependerá técnica, operativa y administrativamente de la Secretaría de la Defensa Nacional. Pero analicemos la confusa película anticrimen de Los Pinos. Ahí le va.
¿Qué pasó con los 10 mil elementos militares que serían transferidos a la polémica PFP, anunciados con bombo y platillo el 13 de diciembre del año pasado en Huehuetoca, Estado de México, en medio de las operaciones militares en Michoacán (estado que desde los Operativos whatever ha ido de mal en peor) y como parte de su plan de seguridad?
¿Dónde quedó el entretenido discurso del ex titular de los mAFIosos (cuyos uniformes, por cierto, siempre aparecen en peligrosas escenas del crimen) Genaro García Luna, calificando de “histórico” para la seguridad pública la incorporación de los nuevos elementos a la PFP?
¿Qué sucedió con la actitud de Calderón de reconocer que las funciones de las fuerzas armadas no corresponden con esta nueva encomienda y que una vez logrado el propósito de fortalecer a la policía, los elementos castrenses se reintegrarían a sus corporaciones para labores distintas a las de coadyuvancia con las autoridades civiles?
O sea, para ser más claros, my friend; ¡¿qué pasó con la orden, instrucción, mandato y/o decisión presidencial (y el chip de la memoria)?! In the middle of nowhere or in between...?
Sobre todo, mi estimado, cuando la SSP-F encabezada por, the usual suspect García Luna, está solicitando, en una ocurrente campaña mediática, que jóvenes se apunten para ser parte de los célebres cuerpos policiacos? Maniobra que costará mucho más tiempo, carretadas de billete, estudios y exámenes toxicológicos, antidoping y psicológicos para el reclutamiento de nuevos personajes.
Sobre todo cuando se estrena el decreto que entra en vigor hoy, con madres, del Cuerpo de Fuerzas de Apoyo Federal. ¿Esto significa que el “préstamo” decembrino a la PFP valió, digamos, madres?
La delicada confusión, el peligroso manejo de las señales, el nulo interés del régimen por informar con transparencia, la ausencia de una estrategia clara ante la opinión pública y el cheque en blanco para el Ejército contra el crimen organizado va a tener peligrosas, muy peligrosas secuelas. Que nadie se diga sorprendido por el cúmulo de acontecimientos, impunidad y balconeo mediático que viene, como la temporada de huracanes, con demasiada anticipación.
Por la Mirilla
Las relaciones entre la SEP y el SNTE siguen en el maravilloso camino rumbo a... la colisión. Primero por el tacto de elefante de los colaboradores de Josefina Vázquez Mota para negociar lo innegociable en materia de aumento salarial, y ahora por la aparición de uno de esos divertidos desplegados donde “la sociedad civil” y distintas organizaciones —vinculadas al sector empresarial y a los colegios particulares– solicitan ser parte del reventón para presionar al SNTE. Enhorabuena. La pistolita educativa dispara, con una precisión milimétrica, para desmadrar las negociaciones bilaterales.
La simpática travesura (esquizoide) podría desencadenar un conflicto de (a madres) pronóstico reservado. Y.. ¡Feliz Día de las Madres! (para los que tengan...).
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