En sendos encuentros emotivos se convirtió la asistencia de las decenas de "ex presos políticos" del gobierno de Vicente Fox, ayer, en su primera firma en el libro de procesados libres bajo fianza en los juzgados oaxaqueños de Miahuatlán y Tlacolula, afirmó la abogada y representante de la Liga Mexicana de Defensa de los Derechos Humanos (Limeddh) en Oaxaca, Yésica Sánchez.
En entrevista, la litigante refirió que los integrantes y simpatizantes de la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca (APPO) y los transeúntes que se encuentran en libertad condicionada (aunque nada han tenido que ver con este movimiento social en la entidad, pero que fueron aprehendidos y recluidos en diversos penales durante los operativos de las fuerzas militares federales ordenados por el ex presidente Fox Quesada), en su gran mayoría por primera vez ayer se conocieron físicamente, ya que durante sus estancias en las oscuras cárceles, los sonidos de sus voces eran los únicos referentes que tenían de la presencia de los demás.
Desde temprana hora detalló en los juzgados mixtos de primera instancia destacaba la presencia de mujeres mixtecas sin sus largas cabelleras, que les fueron cortadas tras su detención, y de hombres adultos y jóvenes que requieren atención sicológica con apoyo integral. Además de mayor información sobre su situación jurídica y las obligaciones procesales a las que tienen derecho, así como las acciones a las recurrirán para denunciar las violaciones a sus garantías fundamentales.
La representante de Limeddh adelantó que el organismo trabaja en un informe para dar a conocer las violaciones procesales que se dieron durante la serie de detenciones antes y durante los operativos en diversas comunidades de Oaxaca, encabezados por la Policía Federal Preventiva.
Sánchez Maya apuntó que, a diferencia de los varones, las mujeres fueron las que reaccionaron de manera más emotiva en estos encuentros y en los juzgados de Tlacolula hubo indígenas desconcertadas que en los brazos portaban los uniformes y calzado penitenciarios que les dieron en el penal de Nayarit. No sabían, agregó, qué hacer con las prendas "porque no eran de ellas".
Luego del obligado encuentro judicial, todos los firmantes se trasladaron a los plantones de la APPO, instalados en las afueras de las cárceles de Miahuatlán y Tlacolula, para extender su solidaridad con los familiares de la setentena de personas que aún se encuentran recluidas en diversos penales.
Según Limeddh, del total de encarceladas 19 se ubican en el penal de Miahuatlán, 16 en Tlacolula, cuatro en el Consejo de Tutelares (donde aún se desconoce su situación jurídica y estado procesal), 19 en Etla, uno en Cosoloapan, uno en Zimatlán, dos en La Palma, cuatro en Ixcotel, uno en Matamoros y dos en Cuicatlán, entre otros.
De todos, sólo la familia de Abraham Reyes Herrera, con residencia en la ciudad de México, desconoce totalmente que éste se encuentra privado de su libertad en el penal de Tlacolula, en Huajuapan de León, Oaxaca.
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