La canasta básica indispensable ha quedado totalmente fuera del alcance de los trabajadores de bajos ingresos, así como de la mayoría de la población, por la caída del poder adquisitivo que han sufrido los sueldos obreros, a consecuencia de los incrementos en los productos de primera necesidad.
Un informe elaborado por el Centro de Análisis Multidisciplinario de la Facultad de Economía de la Universidad Nacional Autónoma de México, el Centro de Investigación Laboral y el Sindicato de Trabajadores de la Universidad Autónoma Metropolitana, determinó que con el actual salario mínimo, los trabajadores mexicanos sólo pueden adquirir 8 por ciento de los productos básicos alimentarios, y para ejemplificar lo anterior indica que actualmente esta remuneración alcanza para comprar apenas 600 gramos de carne de res de regular calidad.
Esto contrasta totalmente con el hecho de que, hace cuatro sexenios, con el minisalario se podía adquirir 40 por ciento de la canasta básica completa y, actualmente, para comprar los productos básicos que requiere una familia se precisaría de, al menos, 11 salarios mínimos.
El análisis revela que será difícil que los trabajadores puedan cubrir el consumo de calorías y proteínas diarias que requiere una persona para estar nutrida, dado que no pueden completar la compra de su canasta alimentaria.
Así, productos básicos como la carne, el pollo, fruta, leche, etcétera, podrían no estar siendo consumidos por los trabajadores, ya que quedaron fuera de su alcance y la dieta de los mexicanos de bajos ingresos se estaría restringiendo de manera importante.
Esto es porque al menos una tercera parte de los mexicanos está sobreviviendo con menos de 30.5 pesos al día. Es decir, tienen ingresos inclusive inferiores al mínimo para satisfacer todas las necesidades. En tanto que, del lado opuesto, una quinta parte de la población concentra 52.7 por ciento del ingreso total generado por el país, según detalla la información.
Precisa que los hogares más pobres tienen un ingreso corriente total trimestral por persona de mil 178 pesos, en promedio, y para los más ricos es de 33 mil 559 pesos. Una diferencia de casi 2 mil 750 por ciento. Lo peor es que en México dos de cada tres adultos mayores viven en situación de pobreza y cuatro de cada cinco no cuentan con seguridad social.
Por ello, en esos estratos es necesaria la incorporación de más miembros de la familia a la fuerza productiva e inclusive el de menores de edad a actividades laborales, a fin de completar el ingreso, detalla el informe y acusa que "el gobierno mexicano ha impuesto durante más de 20 años una política salarial que ha dejado en la pobreza a la mayoría de los trabajadores, así como condiciones laborales de sobrexplotación, y la pérdida de derechos laborales básicos".
El salario señala incumple totalmente el fin constitucional para el que fue creado, ya que según establece este ordenamiento los salarios mínimos generales deberán ser suficientes para satisfacer las necesidades normales de un jefe de familia, en el orden material, social y cultural y para promover la educación obligatoria de los hijos.
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