El alza en los precios de leche y tortilla, la causa
Ante el incremento de los precios en leche y tortilla, así como los internacionales para maíz y sorgo, principalmente, la expectativa es que el consumo nacional agroalimentario tenga un ligero deterioro durante el primer semestre del año y que el gasto promedio por hogar en alimentos y bebidas aumente en 2 por ciento, por el ajuste de los precios al consumidor.
Según datos de la Secretaría de Agricultura, Ganadería, Desarrollo Rural, Pesca y Alimentación (Sagarpa), en la última década hubo una mejoría en la dietas de los mexicanos, ya que el gasto promedio por hogar en alimentos y bebidas se incrementó en 18.7 por ciento, en términos reales, y se detectó un incremento en el consumo de productos cárnicos, leche y frutas y verduras.
En 96 por ciento de los hogares se consumen cereales; en 87 por ciento, verduras y legumbres; en 83, carnes, y en 80 por ciento, leche y derivados; la población con menores ingresos gasta más en cereales, mientras que la de mayores ingresos lo hace en carnes, según información de Sagarpa.
Durante el periodo 2000-2005, el consumo nacional aparente de productos cárnicos fue superior en 67 por ciento, en comparación al periodo 1990-1994; el de leche fue 29 por ciento superior, y el de huevo 65 por ciento. El consumo de carnes fue de 2 millones 120 mil toneladas, y aunque la importación de forrajes maíz y sorgo permitió a los ganaderos aumentar la producción interna, ésta no respondió a la dinámica de la demanda, por lo que continuaron las importaciones del alimento, que participaron con 17 por ciento de las 5.5 millones de toneladas consumidas.
En dicho periodo, el consumo per cápita de cárnicos fue de 53 kilogramos, 16 kilos más que una década anterior; la población aumentó en 1.4 kilogramos el consumo de carne bovina, al llegar a 15.4 kilogramos; en porcina fue de 3.1 kilos, al aumentar a 14.8; en aves, 11.5 consumió 22.9 kilos, y en huevo, 5.5 kilogramos al incrementar a 18.7 kilos, mientras que en leche fue de 10 litros con un consumo de 108.7 litros.
Agregó que por los cambios de hábitos de consumo, en los últimos ocho años el consumo per cápita de tortillas y frijol ha disminuido; en el primer caso pasó de 215 gramos diarios a 179, y en el segundo de 18 kilogramos anuales a 11 kilogramos.
Pero en el caso del maíz, el consumo del grano ha aumentado por la demanda pecuario y agroindustrial; de las importaciones de maíz, 57 por ciento se destinan a las actividades pecuarias y el resto a la agroindustrial en las que participan las harineras, cerealeras, las de frituras y botanas, y de alta fructosa.
Para el primer semestre de este año, se prevé un incremento en los precios internacionales del grano debido a la baja en la producción mundial y al acrecentamiento en el consumo de 4 por ciento; además, los inventarios en Estados Unidos se reducirán en 40 por ciento y en China en 20 por ciento.
En el caso del frijol, aunque se adquiere en casi la mitad de los hogares del país, hay una caída en el consumo per cápita; de la producción total, 20 por ciento es de autoconsumo; 39 por ciento se destina al abasto final a través de mayoristas; 26 por ciento se empaca en bolsas de plástico para su venta al consumidor, y 5 por ciento se destina a la industria para la producción de harinas, frijoles cocidos y enlatados, entre otros procesos.
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