"Busca quién se beneficia de un crimen y encontrarás al culpable", reza una máxima del derecho romano. El asesinato en Oaxaca de Bradley Roland Hill, periodista y camarógrafo independiente, tiene dos claros objetivos: por un lado busca "justificar" la represión contra un movimiento social por parte de una oligarquía que consumida en su corrupta inmoralidad intenta desesperadamente mantener el control de una sociedad que cada día está más fuera de su control. Y, por el otro, el asesinato del camarógrafo de Indiymedia, es también una forma de censura contra los medios alternativos de información, que se suma a los más de 20 informadores asesinados durante el sexenio de la mentira y el "cambio", que ya afortunadamente termina.
align="justify">Oaxaca es una crónica anunciada del costoso chantaje que el priísmo ha ejercido sobre el panismo. Chantaje debido a la ilegalidad y a la inmoralidad con la que desde hace tiempo funciona nuestra tan mermada institucionalidad democrática, evidenciada en las oficinas de gobierno y los legislativos de pederastas al servicio de perversos empresarios, al panismo lo obliga hoy a sostener a un cuestionado, desde la elección, "gobernador" estúpido y prepotente que fue, como lo es hoy la mayor parte de la clase política mexicana, incapaz de escuchar las demandas más elementales de la ciudadanía de su estado. Obligado está el PAN a sostener a Ulises Ruiz, a cambio de que el PRI sepa retornarle el favor ante el gobierno del espurio amigo de las moscas (Fecal).
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