Paramilitares
I
Sabido es que las fuerzas de la Policía Federal Preventiva usaron balas de goma en su incursión a Oaxaca y que, con arreglo a las premisas de toda lógica, no pudieron haber causado muerte alguna.
Sin embargo, hubo muertos y heridos por bala y, de hecho, continúan habiéndolos a la fecha. Así, si esas balas de goma no matan, ¿cómo explicar los muertos atravesados por municiones letales?
Ese es un enigma... aparentemente. Pártase de buena fe de que es cierta la afirmación de la PFP de que a sus elementos se les dispensó balas de goma y que, por añadidura, tenían instrucciones de no abusar.
Así, si la PFP no usó balas letales, ¿entonces quién las usó en esa operación y dio muerte a civiles oaxaqueños que, como añadidido, estaban desarmados o sus armas eran resorteras, palos y piedras?
Planteada esa interriogante a ciertos personeros del poder formal --de la secretaría del despacho de Gobernación-- y del poder fáctico (ciertos priístas de nota), la respuesta es un encogimiento de hombros.
Ignórase si el gobierno federal --por la instancia de Gobernación-- se ha dado a la aclaración de ese misterio, pues sus personeros, consultados por periodistas, aducen no saber nada.
Empero, supondríase que otras instancias del poder formal --las secrertarías de los despachos de Defensa Nacional y Seguridad Pública-- sí estarían pesquisando este asunto.
II
¿Quiénes fueron, pues, los autores materiales de los asesinatos de civiles oaxaqueños y del documentalista estadunidense Bradley R. Will? Identificarlos llevaría a la identidad de los autores intelectuales.
Las suspicacias de los oaxaqueños acerca de la identidad de autores intelectuales y materiales les conducen, casi sin meandros, hasta el propio Ulises Ruiz Ortiz, el malquisto gobernador.
Sábese de buena fuente que el gobernador Ruiz es un personaje autoritario, atrabiliario y proclive a salirle al paso a problemas mediante una actitud "dura". Es decir, mediante la fuerza.
En los mentideros de la política --en particular los de la subcultura del Partido Revolucionario Institucional--, este personaje de laya siniestra goza, por añadidura de celebridad como alguien muy corrupto.
Es más, a él se le atribuye --en esos mismos mentideros-- la autoría de una frase celebrada, no sin cinismo, en esa subcultura: Campaña (electoral) que no deja (dinero) para (adquirir) un rancho, no es campaña.
Como personaje de la vernácula y el folclorismo priísta --y, pensaríase, también parte del bestiario tricolor--, este gobernador tiende a actuar en función del interés de grupos de poder. Mafiosamente, pues.
Esto nos lleva a los autores intelectuales y materiales de los asesinatos de oaxaqueños, delitos --los de homicidios-- que se sumarían a otro muy grave, el del secuestro y desaparición de personas.
La percepción general es la de que se ha asesinado, secuestrado y desaparecido (y presumiblemente torturado) a personas vinculadas directa o indirectamente la Asamblea Popular de los Pueblos de Oaxaca.
III
Tal percepción se alimenta, predeciblemente, del flujo y reflujo de información que linda entre la objetividad y la subjetividad, aunque los asesinatos y heridos, los secuestros y las desapariciones las respaldan.
El sentir y el parecer general en Oaxaca es de que la autoría material de tales acciones es paramilitar. Es decir, grupos de pistoleros --conformados por policías y ex policías-- siembran el terror en Oaxaca.
No se descarta, en esa percepción general de los oaxaqueños, que en esos grupos hayan militares o ex militares e inclusivo ex policías federales. La paga, al parecer, es buena.
¿Y quién paga a esos pistoleros y matones? Los oaxaqueños muéstranse convencidos de que quienes pagan a esos paramilitares son el gobernador Ruiz y Elba Esther Gordillo, cuyo interés en el asunto entenderíase obvio.
A la señora Gordillo no le viene bien que muchos dirigentes y personeros de la Sección 22 del Sindicato Nacional de Trabajadores de la Educación sean parte intrínseca --estructural-- de la insurrección oaxaqueña.
Acéptese como contraargumento que la jefa política del SNTE pudiere o no estar involucrada en la represión. Pero muchos indicios descorren velos que mal ocultan su inmisión en el caso.
Respecto al gobernador Ruiz, los recursos para financiar ese terrorismo contra el pueblo oaxaqueño provendrían presuntamente de su propio peculio, de las arcas del gobierno y de intereses creados locales y del priísmo.
Admítase que el PRI está pobre, mas no los priístas de las cúpulas.Y aunque la profesora Gordillo no sea ya priísta, su formación responde a los imperativos de la cultura de intereses creados del poder.
faustofernandezponte@prodigy.net.mx
ffernandezp@diariolibertad.org.mx
Glosario:
Atrabiliario: de genio destemplado y violento.
Inmisión: acción de echar adentro.
Meandro: cada una de la curvas que describe el curso de un río. Adorno de líneas sinuosas y repetidas.
Objetividad: cualidad de objetivo. perteneciente o relativo al objeto en sí mismo, con independencia de la propia manera de pensar o de sentir.
Peculio: dinero que particularmente tiene cada uno, sea o no hijo de familia.
Subjetividad: cualidad de subjetivo. Relativo a nuestro modo de pensar o de sentir, y no al objeto en sí mismo.
!! Fuera URO y PFP de Oaxaca !!
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