I.- Estos días el único operador del electo para gestionar su toma de posesión, anda de la seca a la meca y no encuentra la cuadratura del círculo, en el contexto de un final foxista donde Fox está empeñado en crearle más conflictos, en lugar de sacrificar su protagonismo para contribuir a desactivar la crisis del uno de diciembre. Estamos a unos días y no hay nada sobre cómo enfrentar los cuestionamientos a la legitimidad de Calde-rón en un acto constitucionalmente ineludible, pues no hay manera de que sea Presidente con todas las de la ley, si no es asistiendo al pleno del Congreso a rendir la protesta.
II- La Constitución y su ley reglamentaria para la sesión de senadores y diputados, exige que para tomar posesión de su cargo, el Presidente Electo ha de presentarse ante el Congreso de la Unión para rendir su protesta sin la cual no estará investido como Presidente Constitucional para ejercer el cargo. Es un acto de solemnidad constitucional que, por los impugnados resultados electorales, está amenazado de protestas de la oposición. Y dentro de la sala de sesiones no debe entrar ni la policía ni los militares, salvo que se quiera dar forma a un peculiar golpismo.
III.- Por eso mismo el operador de Calde-rón, el ex comunista, ex socialista y ex militante de corrientes de izquierda, que permutó por convertirse en sabelotodo de asuntos electorales y con ello ha vivido de asesorar a panistas, priístas y otros, como a varios (des)gobernadores, para llegar a ser un próspero "técnico", Jorge Alcocer Villanueva, anda súper movido tratando de encontrar la "piedra filosofal" que le resuelva el problema al electo. Alcocer, como sabemos, fue contratado directamente por Calde-rón para esa misión: la de negociar la toma de posesión sin sobresaltos.
IV.- Pero eso es, hasta ahora, imposible. Los diputados y senadores del PRD, Convergencia y PT están dispuestos a crear un ambiente de tensión el día de la toma de posesión. Es lo menos que pueden hacer, ante el inminente acto el uno de diciembre. Algo parecido al uno de septiembre, cuando impidieron la entrada de Fox y quien se limitó a entregar su último informe, privarse de echarnos un rollo como "mensaje político" y retirarse. Pero eso de entregar e irse está contemplado en la Constitución.
V.- No así lo de la toma de posesión. Y por eso es que Calde-rón anda angustiado, no puede dormir y cada día muestra más desesperación, ya que sus gestiones directas ante Lazarito Cárdenas y Amalia García para que logren interceder por él ante los legisladores de la oposición, han fracasado. Y Jorge Alcocer, por más que se ha entrevistado con los coordinadores de los diputados y senadores, como con los presidentes en turno de las dos Cámaras, no ha logrado absolutamente nada. En cuanto tiene una entrevista, corre a informarle a Calde-rón, y ambos se dan cuenta que no hay respuesta para calmar los ánimos.
VI.- Los priístas, que como partido bisagra tienen la sartén por el mango han esperado que Calde-rón se siente a negociar y hacer transacciones; mientras tanto, sabedores de que son el factor decisivo, permanecen a la espera y cuando son consultados sobre cuál será su comportamiento en la toma de posesión, se limitan a contestar que el problema es de los panistas y calderonistas. Hábilmente Jorge Alcocer quiere que le digan cómo actuar y qué hacer, pero los priistas que saben más por diablos y por viejos, se guardan su sabiduría política que usaron cuando la toma de posesión de Salinas y que los panistas entonces se hicieron a un lado.
VII.- La angustia de Calde-rón y su desesperación va en aumento; el michoacano sufre, porque Fox solamente ha estado echándole más gasolina a los problemas, con sus provocaciones a la oposición y dejando tras de sí aquello de "después de mí el diluvio". Su partido está dividido y a la rebatiña por los cargos. El PRI simplemente espera y ve los toros desde la barrera, alegando que no tiene vela en el entierro. Los demás partidos son tan minoritarios que no cuentan ni como grupo de choque y, además, le andan sacando al bulto. Así que Calde-rón no sabe si llorar o reír.
VIII.- No presentarse generaría un gravísimo problema, ya que la toma de posesión constitucional es fundamental e ineludible. Y si no se atreve a sufrir empujones, gritos, manotazos y tener un acto bastante conflictivo que por momentos le impidan rendir la protesta y el juramento, entonces es un individuo que no está preparado para la política de crisis. Se requiere un acto de valor civil y enfrentar los cuestionamientos, pues su presidencia no será una luna de miel desde el inicio. Y su operador, Jorge Alcocer, que está cobrando muy buen sueldo, habrá de fracasar rotundamente, ya que sus contactos y relaciones no han rendido fruto.
IX.- La presión psicológica a Calde-rón (a quien en las columnas, con las primeras sílabas de su nombre y apellido, mencionan como: Fecal), es bastante y dentro del búnker ("casa de transición", como le llaman a lo que fue domicilio de campaña en la capital del país) se comenta que el electo muestra síntomas de gran angustia, porque bien a bien no sabe lo que pasará el día de la toma de posesión. Fox dejará de ser presidente (así, con minúsculas) a las doce de la noche del 30 de noviembre y habrá un vacío, especie de interregno: carencia de gobernante, de las cero horas hasta las 17 horas del uno de diciembre: la cita para la toma de posesión.
X.- Angustia y desesperación porque su operador Alcocer no ha logrado absolutamente nada que permita vislumbrar un posible arreglo, para que la oposición no le cobre el que Calde-rón se haya opuesto a revisar voto por voto y casilla por casilla en complicidad con los magistrados del TRIFE que se van con un botín de tres millones de pesos extras a los millones que han ganado sin cumplir con sus obligaciones. Los priistas aceptarían colaborar con los panistas, siempre y cuando Calde-rón hiciera concesiones y, sobre todo, que fuera capaz de negociar. Sin esto, los panistas y Calde-rón están solos y la fiesta puede convertirse en funeral.
cepedaneri@prodigy.net.mx
!! Sufragio Efectivo No Imposición !!
!! Fuera URO y PFP de Oaxaca !!
II- La Constitución y su ley reglamentaria para la sesión de senadores y diputados, exige que para tomar posesión de su cargo, el Presidente Electo ha de presentarse ante el Congreso de la Unión para rendir su protesta sin la cual no estará investido como Presidente Constitucional para ejercer el cargo. Es un acto de solemnidad constitucional que, por los impugnados resultados electorales, está amenazado de protestas de la oposición. Y dentro de la sala de sesiones no debe entrar ni la policía ni los militares, salvo que se quiera dar forma a un peculiar golpismo.
III.- Por eso mismo el operador de Calde-rón, el ex comunista, ex socialista y ex militante de corrientes de izquierda, que permutó por convertirse en sabelotodo de asuntos electorales y con ello ha vivido de asesorar a panistas, priístas y otros, como a varios (des)gobernadores, para llegar a ser un próspero "técnico", Jorge Alcocer Villanueva, anda súper movido tratando de encontrar la "piedra filosofal" que le resuelva el problema al electo. Alcocer, como sabemos, fue contratado directamente por Calde-rón para esa misión: la de negociar la toma de posesión sin sobresaltos.
IV.- Pero eso es, hasta ahora, imposible. Los diputados y senadores del PRD, Convergencia y PT están dispuestos a crear un ambiente de tensión el día de la toma de posesión. Es lo menos que pueden hacer, ante el inminente acto el uno de diciembre. Algo parecido al uno de septiembre, cuando impidieron la entrada de Fox y quien se limitó a entregar su último informe, privarse de echarnos un rollo como "mensaje político" y retirarse. Pero eso de entregar e irse está contemplado en la Constitución.
V.- No así lo de la toma de posesión. Y por eso es que Calde-rón anda angustiado, no puede dormir y cada día muestra más desesperación, ya que sus gestiones directas ante Lazarito Cárdenas y Amalia García para que logren interceder por él ante los legisladores de la oposición, han fracasado. Y Jorge Alcocer, por más que se ha entrevistado con los coordinadores de los diputados y senadores, como con los presidentes en turno de las dos Cámaras, no ha logrado absolutamente nada. En cuanto tiene una entrevista, corre a informarle a Calde-rón, y ambos se dan cuenta que no hay respuesta para calmar los ánimos.
VI.- Los priístas, que como partido bisagra tienen la sartén por el mango han esperado que Calde-rón se siente a negociar y hacer transacciones; mientras tanto, sabedores de que son el factor decisivo, permanecen a la espera y cuando son consultados sobre cuál será su comportamiento en la toma de posesión, se limitan a contestar que el problema es de los panistas y calderonistas. Hábilmente Jorge Alcocer quiere que le digan cómo actuar y qué hacer, pero los priistas que saben más por diablos y por viejos, se guardan su sabiduría política que usaron cuando la toma de posesión de Salinas y que los panistas entonces se hicieron a un lado.
VII.- La angustia de Calde-rón y su desesperación va en aumento; el michoacano sufre, porque Fox solamente ha estado echándole más gasolina a los problemas, con sus provocaciones a la oposición y dejando tras de sí aquello de "después de mí el diluvio". Su partido está dividido y a la rebatiña por los cargos. El PRI simplemente espera y ve los toros desde la barrera, alegando que no tiene vela en el entierro. Los demás partidos son tan minoritarios que no cuentan ni como grupo de choque y, además, le andan sacando al bulto. Así que Calde-rón no sabe si llorar o reír.
VIII.- No presentarse generaría un gravísimo problema, ya que la toma de posesión constitucional es fundamental e ineludible. Y si no se atreve a sufrir empujones, gritos, manotazos y tener un acto bastante conflictivo que por momentos le impidan rendir la protesta y el juramento, entonces es un individuo que no está preparado para la política de crisis. Se requiere un acto de valor civil y enfrentar los cuestionamientos, pues su presidencia no será una luna de miel desde el inicio. Y su operador, Jorge Alcocer, que está cobrando muy buen sueldo, habrá de fracasar rotundamente, ya que sus contactos y relaciones no han rendido fruto.
IX.- La presión psicológica a Calde-rón (a quien en las columnas, con las primeras sílabas de su nombre y apellido, mencionan como: Fecal), es bastante y dentro del búnker ("casa de transición", como le llaman a lo que fue domicilio de campaña en la capital del país) se comenta que el electo muestra síntomas de gran angustia, porque bien a bien no sabe lo que pasará el día de la toma de posesión. Fox dejará de ser presidente (así, con minúsculas) a las doce de la noche del 30 de noviembre y habrá un vacío, especie de interregno: carencia de gobernante, de las cero horas hasta las 17 horas del uno de diciembre: la cita para la toma de posesión.
X.- Angustia y desesperación porque su operador Alcocer no ha logrado absolutamente nada que permita vislumbrar un posible arreglo, para que la oposición no le cobre el que Calde-rón se haya opuesto a revisar voto por voto y casilla por casilla en complicidad con los magistrados del TRIFE que se van con un botín de tres millones de pesos extras a los millones que han ganado sin cumplir con sus obligaciones. Los priistas aceptarían colaborar con los panistas, siempre y cuando Calde-rón hiciera concesiones y, sobre todo, que fuera capaz de negociar. Sin esto, los panistas y Calde-rón están solos y la fiesta puede convertirse en funeral.
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