I.- Si no fuera, pues, porque la nación está de por medio, festejaríamos, con el final de sexenio, de los foxistas que dieron al traste con la alternancia, desgraciaron al país con sus malas políticas públicas, lo ensangrentaron con Atenco y Oaxaca y, por si fuera poco, el narcotráfico domina, con sus infiltraciones y sobornos, a no pocos gobernadores, más de mil presidentes municipales, a funcionarios judiciales (jueces, magistrados y ministros) y enclaves de la administración federal.
II.- Se van los foxistas. Se van Mart(h)a y Fox, al parecer, cubiertos por el manto de la impunidad. Se va el monaguillo Abascal quien, con el monje loco de Ramón Muñoz (ahora senador), metieron a su iglesia y su clero político a las entrañas del poder presidencial. Se va Azuela, el traidor de la Suprema Corte, quien para resolver amparos y quejas constitucionales, primero iba a misa y después, con sus ministros que lo siguieron, fallaba a favor de Fox y contra el pueblo.
III.- Se va Gil Díaz, el secretario prepotente de Hacienda, quien persiguió, ferozmente, a los causantes cautivos (las auditorías a las revistas Contralínea, que dirige Miguel Badillo, fueron inquisitoriales, para amedrentar y tratar de impedir que informara sobre los fideicomisos que fueron botín de él y de Fox). Se van los peores funcionarios que ha tenido el poder presidencial y del que abusaron, como poder tras el trono, los hijastros de Fox, esos bribones de los Bribiesca. Y se van en medio de la impunidad, a pesar de la corrupción donde se baten en retirada.
IV.- Y quedan varias investigaciones penales. La de los Bribiesca. Y, entre otras más, la que implica a Gil Díaz y su directora general de Programación y Presupuesto, Cecilia Barra, ahora Oficial Mayor de la PGR, para ayudarla a manipular los expedientes en el Ministerio Público Federal, en las mismas narices del procurador Cabeza de Vaca. Y a su víctima: Lilia Cortés García, quien ha litigado en los tribunales, para ser reinstalada como directora de Asuntos Jurídicos de Hacienda. Esto debido a que Gil Díaz y Cecilia Barra son cómplices en una cadena de corrupciones al interior de esa dependencia que, necesitando el visto bueno de la directora jurídica, al negarse ésta, fue cesada arbitrariamente.
V.- Gil Díaz, quien hizo de la SHCP un feudo de impunidad a sus zarpazos fiscales, creó fideicomisos para beneficiar a Fox y a otros funcionarios, para controlar el poder presidencial y manejarlo, claro, para sus intereses, cuando despidió a la directora jurídica y ésta recurrió a los tribunales para defenderse de esa prepotencia, le solicitó al señor Cabeza de Vaca que designara a Cecilia Barra Oficial Mayor de la PGR y así su cómplice estuviera en posibilidades de controlar los expedientes que contienen las investigaciones contra el mismo Gil Díaz y su directora Cecilia Barra.
VI.- Cabeza de Baca o Vaca de inmediato nombró a Cecilia Barra Oficial Mayor de la PGR y se ha dedicado ésta a manipular esas averiguaciones, entre las que está la demanda penal en su contra y de Gil Díaz, mientras en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje se radicaba la demanda laboral. Esta instancia, finalmente y con carácter definitivo ha ordenado a Gil Díaz que reinstale a Lidia Cortés en su cargo, dado que se probó el abuso del funcionario foxista. Gil Díaz quiere irse el uno de diciembre sin haber cumplido el fallo, en otro abuso del poder, pero será demandado por eso en la PGR.
VII.- Una PGR que ha estado maniobrando a favor de Gil Díaz y su propia Oficial Mayor Cecilia Barra, con lo cual Cabeza de Vaca o Baca está en la mira de ser demandado penalmente y en juicio político, por complicidad y parcialidad y demás delitos por esa conducta. Y como el periodista Miguel Badillo publicó, en Contralínea (y sus filiales en 14 Entidades) las denuncias de la víctima con una entrevista a la cómplice de Gil Díaz, entonces, ésta, Cecilia Barra, sin pedir licencia a su cargo, presentó una demanda en... ¡la PGR! contra el periodista, pretextando que necesitaba saber las fuentes de donde obtuvo los documentos que se publicaron.
VIII.- La Oficial Mayor Cecilia Barra ignora que el titular de la PGR estableció, en dos acuerdos, que los periodistas no están obligados a revelar sus fuentes, consecuente con la legislación penal que autoriza el secreto profesional. Y obligó al MP a citar a Badillo, queriendo obligarlo a revelar sus fuentes, lo cual no hizo el reportero en un escrito que refutó la solicitud de la Oficial Mayor. Tanto Miguel Angel Granados Chapa como Humberto Musacchio (en Reforma y Excélsior) se han ocupado del caso, cuestionando el abuso del poder de Gil Díaz, de Cecilia Barra y Cabeza de Vaca o Baca.
IX.- Los tres funcionarios: Gil, Cabeza de Vaca y Barra están en la mira de juicio penales y políticos en cuanto concluyan sus respectivas funciones, porque se van con Fox al concluir el sexenio, ya que la víctima continuará sus demandas. Lo de la reinstalación ha sido ya una resolución, pero falta que concluyan, ya sin manipulaciones, las averiguaciones en la PGR. Al mafioso Al Capone lograron, finalmente, detenerlo y procesarlo hasta encarcelarlo, pillado en delitos fiscales.
X.- Gil Díaz, Cecilia Barra y Cabeza de Baca o Vaca, no obstante la larga lista de sus presuntos delitos, pueden y deben ser llevados a los tribunales por una demanda laboral y las respectivas penales en la PGR por complicidades, abuso del poder y coludirse con el objeto de hasta encarcelar a la víctima de sus excesos. Pero la víctima, Lilia Cortés, ha preferido luchar en los tribunales y, tras la victoria de su reinstalación, está dispuesta a continuar litigando contra esos tres funcionarios en la mira penal y del juicio político.
II.- Se van los foxistas. Se van Mart(h)a y Fox, al parecer, cubiertos por el manto de la impunidad. Se va el monaguillo Abascal quien, con el monje loco de Ramón Muñoz (ahora senador), metieron a su iglesia y su clero político a las entrañas del poder presidencial. Se va Azuela, el traidor de la Suprema Corte, quien para resolver amparos y quejas constitucionales, primero iba a misa y después, con sus ministros que lo siguieron, fallaba a favor de Fox y contra el pueblo.
III.- Se va Gil Díaz, el secretario prepotente de Hacienda, quien persiguió, ferozmente, a los causantes cautivos (las auditorías a las revistas Contralínea, que dirige Miguel Badillo, fueron inquisitoriales, para amedrentar y tratar de impedir que informara sobre los fideicomisos que fueron botín de él y de Fox). Se van los peores funcionarios que ha tenido el poder presidencial y del que abusaron, como poder tras el trono, los hijastros de Fox, esos bribones de los Bribiesca. Y se van en medio de la impunidad, a pesar de la corrupción donde se baten en retirada.
IV.- Y quedan varias investigaciones penales. La de los Bribiesca. Y, entre otras más, la que implica a Gil Díaz y su directora general de Programación y Presupuesto, Cecilia Barra, ahora Oficial Mayor de la PGR, para ayudarla a manipular los expedientes en el Ministerio Público Federal, en las mismas narices del procurador Cabeza de Vaca. Y a su víctima: Lilia Cortés García, quien ha litigado en los tribunales, para ser reinstalada como directora de Asuntos Jurídicos de Hacienda. Esto debido a que Gil Díaz y Cecilia Barra son cómplices en una cadena de corrupciones al interior de esa dependencia que, necesitando el visto bueno de la directora jurídica, al negarse ésta, fue cesada arbitrariamente.
V.- Gil Díaz, quien hizo de la SHCP un feudo de impunidad a sus zarpazos fiscales, creó fideicomisos para beneficiar a Fox y a otros funcionarios, para controlar el poder presidencial y manejarlo, claro, para sus intereses, cuando despidió a la directora jurídica y ésta recurrió a los tribunales para defenderse de esa prepotencia, le solicitó al señor Cabeza de Vaca que designara a Cecilia Barra Oficial Mayor de la PGR y así su cómplice estuviera en posibilidades de controlar los expedientes que contienen las investigaciones contra el mismo Gil Díaz y su directora Cecilia Barra.
VI.- Cabeza de Baca o Vaca de inmediato nombró a Cecilia Barra Oficial Mayor de la PGR y se ha dedicado ésta a manipular esas averiguaciones, entre las que está la demanda penal en su contra y de Gil Díaz, mientras en el Tribunal Federal de Conciliación y Arbitraje se radicaba la demanda laboral. Esta instancia, finalmente y con carácter definitivo ha ordenado a Gil Díaz que reinstale a Lidia Cortés en su cargo, dado que se probó el abuso del funcionario foxista. Gil Díaz quiere irse el uno de diciembre sin haber cumplido el fallo, en otro abuso del poder, pero será demandado por eso en la PGR.
VII.- Una PGR que ha estado maniobrando a favor de Gil Díaz y su propia Oficial Mayor Cecilia Barra, con lo cual Cabeza de Vaca o Baca está en la mira de ser demandado penalmente y en juicio político, por complicidad y parcialidad y demás delitos por esa conducta. Y como el periodista Miguel Badillo publicó, en Contralínea (y sus filiales en 14 Entidades) las denuncias de la víctima con una entrevista a la cómplice de Gil Díaz, entonces, ésta, Cecilia Barra, sin pedir licencia a su cargo, presentó una demanda en... ¡la PGR! contra el periodista, pretextando que necesitaba saber las fuentes de donde obtuvo los documentos que se publicaron.
VIII.- La Oficial Mayor Cecilia Barra ignora que el titular de la PGR estableció, en dos acuerdos, que los periodistas no están obligados a revelar sus fuentes, consecuente con la legislación penal que autoriza el secreto profesional. Y obligó al MP a citar a Badillo, queriendo obligarlo a revelar sus fuentes, lo cual no hizo el reportero en un escrito que refutó la solicitud de la Oficial Mayor. Tanto Miguel Angel Granados Chapa como Humberto Musacchio (en Reforma y Excélsior) se han ocupado del caso, cuestionando el abuso del poder de Gil Díaz, de Cecilia Barra y Cabeza de Vaca o Baca.
IX.- Los tres funcionarios: Gil, Cabeza de Vaca y Barra están en la mira de juicio penales y políticos en cuanto concluyan sus respectivas funciones, porque se van con Fox al concluir el sexenio, ya que la víctima continuará sus demandas. Lo de la reinstalación ha sido ya una resolución, pero falta que concluyan, ya sin manipulaciones, las averiguaciones en la PGR. Al mafioso Al Capone lograron, finalmente, detenerlo y procesarlo hasta encarcelarlo, pillado en delitos fiscales.
X.- Gil Díaz, Cecilia Barra y Cabeza de Baca o Vaca, no obstante la larga lista de sus presuntos delitos, pueden y deben ser llevados a los tribunales por una demanda laboral y las respectivas penales en la PGR por complicidades, abuso del poder y coludirse con el objeto de hasta encarcelar a la víctima de sus excesos. Pero la víctima, Lilia Cortés, ha preferido luchar en los tribunales y, tras la victoria de su reinstalación, está dispuesta a continuar litigando contra esos tres funcionarios en la mira penal y del juicio político.
cepedaneri@prodigy.net.mx
!!Sufragio Efectivo no Imposición!!
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