Oaxaca: La resistencia

sábado, 04 de noviembre de 2006

Fausto Fernández Ponte
Asimetrías

I- Las imágenes de lo ocurrido el jueves en la Universidad Autónoma de Oaxaca Benito Juárez le dieron la vuelta al mundo describiendo con precisión cuál es la realidad en México.Esa imágenes, empero, fueron trasmitidas pese a los empeños censores de los medios difusores convencionales cuyos propietarios son parte de la plutocracia mexicana.La difusión mundial de esas imágenes fue resultado del empeño afanoso de los medios difusores alternativos, que abrevaron en la propia Radio Universidad Juárez.Esos medios alternativos son hertzianos --radiales--, impresos y por Internet. Estos últimos tuvieron un alcance extraordinario, trascendiendo las fronteras de México.Así, la cobertura de la batalla --que duró unas siete horas-- entre la Policía Federal Preventiva y el pueblo de Oaxaca fue amplia, en vivo, detallada, sin censores.La batalla era, como lo consigna la historia, entre los personeros armados del poder formal --dominado, éste, por el poder fáctico-- y el pueblo alzado contra los poderosos.Y esa es, no huelga subrayarlo, la percepción mundial acerca de la realidad mexicana. Es una percepción fiel, a nuestro ver, de yugo, de antidemocracia, de opresión.

II- Empero, esa no es la percepción de no pocos mexicanos que han aplaudido las acciones del Estado mexicano --y el gobierno que lo representa-- para reprimir a los oaxaqueños.Algunos de esos mexicanos son, ya lo habrá adivinado el caro leyente, Vicente Fox Quesada y Felipe Calderón, así como aquellos beneficiados de oprimir al pueblo.Muchos de esos mexicanos ni siquiera tienen conciencia del estado de opresión económica, política e inclusive cultural que prevalece en nuestro país. No registran desigualdades.Tampoco registran injusticias ni iniquidades ni mucho menos identifican los componentes causativos y consecuenciales del contexto de los conflictos sociales.Uno de esos componentes es, a no dudarlo, el de la comprensión cabal de la naturaleza de los problemas. El conflicto en Oaxaca es social y político.Y esa naturaleza desaconseja el uso de la fuerza bajo los móviles que fueren que, en el caso, es el de restablecer paz y orden en Oaxaca y "recobrar" la capital.La capital estaba en manos del pueblo, de modo que recobrarla para el poder antójase aberración. Esa aberración es la de quitarle al pueblo lo que es de éste, no del poder.

III- Esa aberración emblematiza las actuaciones del Estado --y el gobierno--, a partir de un verismo insoslayable: los conflictos sociales y políticos exigen solución congruente.Y tal solución es --y debe ser-- política. La experiencia histórica, la humana, nos consigna que la actuación contra el pueblo por un poder, éste lleva siempre las de perder.El desprivilegio de la política por parte del Estado --y su gobierno-- y el privilegio del uso de la fuerza en Oaxaca ha incendiado a Oaxaca y es posible que incendie al país.Mueve a suspicacias que la actuación de la PFP --con la coadyuvancia logística de las Fuerzas Armadas-- en Oaxaca no haya afectado a paramilitares. Estos acosan al pueblo.Y si la PFP desplegó efectivos en Oaxaca, más que actuar contra el pueblo oaxaqueño debió haber aplicado directivas coordinadas del Ejecutivo para desactivar a paramilitares.Estos son los que impiden que haya paz y orden en Oaxaca, realizando impunemente actos de terrorismo cuyo signo es el asesinato, el secuestro y la desaparición de oaxaqueños.El intento de la PFP de ocupar la Universidad Juárez acentuó la crispación causada por la presencia intimidatoria de la PFP y activó detonantes de respuesta popular.Hoy, más que nunca, el Estado (y su gobierno) deben buscar soluciones políticas al conflicto: éste es ya, por craso error del poder, el eje de una catálisis revolucionaria.
faustofernandezpnte@prodigy,net.mx

Glosario:
Catálisis: disolución, acabamiento.
Paramilitar: dicho de una organización civil, con estructura o disciplina militar.