Las bombas nunca presagian buenas nuevas

Por María Teresa Jardí


La reivindicación de los bombazos hechos por diversos grupos guerrilleros no presagian buenas nuevas en ningún país. Ahí está la ETA y su caudal de muertes absurdas en España. Y ni qué decir de los cientos de muertos en Colombia merced a una guerrilla eterna, que hoy pacta una tregua, sin haber logrado mejorar ni un ápice las cosas.

Mala, muy mala nueva es la reivindicación de la puesta de bombas por grupos guerrilleros, aunque crónica anunciada al fin de que esto acabaría por suceder, en un país en el que se ha permitido que las ejecuciones, siempre impunes, pasen a ser causa de muerte natural.

No son buenas nuevas en un país donde los gobernados han perdido la esperanza a base de constatar, una y otra vez, la ofensiva impunidad de que gozan sus siempre corruptísimos gobernantes, salidos, los gobernantes, de los también corrompidos hasta la médula, partidos políticos, partidos en los que la sociedad ya no cree, y aliados, los gobernantes, a los también corruptísimos empresarios convertidos en los hombres más ricos del mundo mientras la miseria alcanza niveles en México superados incluso en la India.

No, no son buenas nuevas las que auguran que la única certeza es el terror que vuelve a tomar carta de naturalización de cara al próximo sexenio, que también ya está aquí, encabezado por un espurio, producto, entre otras cosas, como la corrupción del IFE y la compra de los magistrados del TRIFE, del miedo con el que, a través del monopolio encabezado por Televisa, se azuzó al pueblo contra AMLO, quien representaba una pequeña esperanza pacífica de cambio, para imponer a un usurpador con la fracasada elección del 2 de julio pasado.

Fox merece descansar ni siquiera en el Infierno, si el Infierno existe.

Malas, muy malas nuevas son, cuando además, con el Muro en la frontera, México ha sido condenado a recibir aquí a los migrantes que del resto del continente quieren llegar al decadente imperio, en aras de buscar condiciones de vida menos adversas.

Es aparatoso el fracaso de la política, incluso por lo que toca a los intelectuales que tendrían que estar proponiendo soluciones en lugar de conformarse con repetir lo que Televisa dice.

Es falso que la PFP haya entrado desarmada a Oaxaca. Sería ridículo que así hubiera sido. La PFP está lejos de tener el respeto de la sociedad para amedrentar tan sólo con su presencia como sucedía años ha con la policía inglesa. Los muertos ahí están y también los muchos detenidos y los desaparecidos luego de su incursión armada y violenta echando incluso granadas o lo que fuera desde los helicópteros de esa fuerza paramilitar, usada para reprimir, pero inservible para cumplir con su función de persecutora, que no de aliada, como es, del narcotráfico que, como componente también aterrador, en México impera luego del paso del PAN por el más desastroso de los gobiernos federales de que tenga memoria la historia de este pobre México nuestro.

Sexenio de corruptelas y alianzas con el crimen organizado de ligas mayores, el de Fox como cabeza de un Ejecutivo, que nunca más va a ser lo que era. De República con aspiraciones a convertirse en Estado de Derecho, a la más bananera de las repúblicas bananeras, hemos pasado en seis años de desgobierno de la ultraderecha.

A nadie tendría que dar risa el que el PRD culpe de los bombazos a la derecha. El culpable de los estallidos guerrilleros es el desgobierno que dejó de lado la política para enriquecerse de manera inaudita.

Merecería Fox que por arte de magia se le pudiera convertir en inmortal, para que pague y pague y pague por el daño que le ha hecho a México con su perversa tontería y ni así pagaría cabalmente por su crímenes, que empiezan con el de traición a la patria y terminan con el estallido guerrillero, producto del cansancio frente a la impunidad de los homicidios de personas que en Oaxaca sólo demandaban la salida de otro represor asesino.

!! Sufragio Efectivo No Imposición !!

!! AMLO Presidente Legitimo de los Mexicanos !!