El modelo económico impuesto a nuestro país nos conduce a fenómenos de altas contradicciones sociales. México, un país donde el 90% de los ingresos los percibe un 10% de los mexicanos, en un modelo matemático exponencial que nos conduce por extremos excesivos como el de que tan sólo ocho mexicanos hurtan el 23% de nuestro ingreso total y, por otra cola, un 40% de la población en extrema pobreza no conoce siquiera las impresiones plásticas de papel moneda más recientes.
El sistema enfocado a cualquier escala mantiene su mismo comportamiento así por ejemplo podemos encontrar trabajadores al servicio de la educación, en el Poder Judicial, y en general empresas privadas y públicas que tengan un ingreso desde 2, de 4, de 8, de 16, de 32 y de hasta más de 300 salarios mínimos y en las que prácticamente las tareas de todos los trabajadores sean de un esfuerzo igual o muy semejante, resultando una insultante desigualdad e irracional ilegalidad ya que "para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad" Art. 123 constitucional.
Un niño que no come y un magistrado de la Suprema Corte que percibe quinientos mil pesos mensuales. Un sistema social inmoral y depredador de instituciones y naciones, que destruye hasta sus mismos promotores.
En este modelo la distribución del ingreso es altamente contradictoria para un gobierno republicano democrático, además de que es una fuente de inestabilidad social y de ingobernabilidad.
Con este panorama se estimaría que la aceptación popular traducida en votos le correspondería, para esta reciente vuelta electoral, a lo más de un 8 al 10% de los sufragios del total nacional al grupo oligarca que hoy, sin sustento popular, tiene mayoría en el Congreso mexicano y tiene secuestrada la voluntad de la nación mexicana.
Ahora bien, cómo explicar esta paradoja, cómo explicarnos que grupos de campesinos u obreros, desempleados o medio empleados en este gran grupo depredado del 90% de la población en la pobreza o la extrema pobreza oriente y contabilicen su voto hacia el grupo oligarca depredador. Lo primero es la ignorancia política promovida en los últimos 25 años desde el grupo oligarca con una estrategia eficaz y, desde luego, ejercer el poder económico para corromper a instituciones políticas, religiosas y sociales. Los hechos son el cerco informativo inmoral e ilegal de los medios masivos de comunicación -desde luego con sus poquísimas excepciones-, los sonados casos de ilegalidad del Tribunal Federal Electoral, la intromisión de la Iglesia Católica en los asuntos políticos del país, con las declaraciones de obispos y arzobispos sobre las elecciones presidenciales y, sobre todo, el silencio cómplice de las organizaciones civiles.
Afortunadamente la cultura de lucha del pueblo mexicano está ampliamente enraizada y nuestra historia es una guía invaluable de acciones para garantizar el bienestar y la felicidad de nuestra nación.
Ya un grupo numerosísimo de valerosos, talentosos y valiosos mexicanos luchan contra el analfabetismo político. Tan sólo en la Convención Nacional Democrática asistieron más de un millón de sus representantes. Después de los hechos vergonzosos del TRIFE, en un acuerdo histórico masivo popular se convoca al pueblo a construir la Cuarta República.
"La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene el derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno". Es un mandato constitucional. (art. 39) que le da la legalidad al movimiento social del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La legitimidad de una institución implica una aceptación por unanimidad y por lo tanto necesariamente implicará la existencia de legalidad de dicha institución, ya que el sistema de legalidad es un subconjunto de la unanimidad.
La medida de legitimidad está asociada a la medida de aceptación generalizada con cercanía a la unanimidad.
Así por ejemplo nuestro Congreso Nacional aún tiene una aceptación generalizada y en esa medida goza de legitimidad, no así por ejemplo el TRIFE, ni las cadenas de televisión, ni en los periódicos que se ve reflejado en sus ventas ya que no venden como una medida del rechazo del pueblo por su premeditación a la desinformación y la falta de objetividad en los hechos públicos; las instituciones políticas que más han sido deterioradas son el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo perdiendo legitimidad al no tener una aceptación generalizada y muy lejana del consenso. Este deterioro de las instituciones se produce por la conducción de acciones ilegales de los titulares y dirigentes que son muchas veces analfabetas constitucionales y al final verdaderos delincuentes.
Hasta hace unos años encontrar ejemplos de instituciones legítimas no era tan dificultoso, pero con el deterioro social debido en gran parte por este modelo económico ajeno a nuestro país e impuesto por un conjunto de delincuentes internacionales, es de reflexión y análisis ejemplificar.
El movimiento social pacífico que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está amparado en un mandato constitucional básico y fundamental que los constituyentes previeron con sabiduría en la construcción de nuestro contrato social nacional, aunque no le guste la ley a algunos magistrados del Poder Judicial.
En este panorama de ilegalidad y de ilegitimidad en las instituciones mexicanas, existe la esperanza y la fuerza del pueblo de México.
La Presidencia de México que encabeza AMLO tiene la legalidad que le otorga el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con la aceptación generalizada del pueblo mexicano goza de una saludable legitimidad, que ya quisiera para un día de fiesta la oligarquía mexicana.
Luchemos contra nuestra ignorancia política ya que "el peor analfabeta es el analfabeta político. No oye, no habla, no participa en los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeta político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales", escribió en 1934 Bertolt Brecht (1898-1956) poeta, dramaturgo y director teatral alemán.
El debate de ideas es fuente de conocimiento, maestros, padres de familia, obreros, empleados, campesinos abramos la discusión ordenada y respetuosa en toda la nación mexicana, en las aulas, oficinas y hogares en el campo y en la ciudad para que los cercos informativos no nos impidan llegar al conocimiento de lo que ocurre en nuestro país, hay que sacudirnos la polución desinformativa y cambiar las contradicciones de nuestro Estado mexicano.
El sistema enfocado a cualquier escala mantiene su mismo comportamiento así por ejemplo podemos encontrar trabajadores al servicio de la educación, en el Poder Judicial, y en general empresas privadas y públicas que tengan un ingreso desde 2, de 4, de 8, de 16, de 32 y de hasta más de 300 salarios mínimos y en las que prácticamente las tareas de todos los trabajadores sean de un esfuerzo igual o muy semejante, resultando una insultante desigualdad e irracional ilegalidad ya que "para trabajo igual debe corresponder salario igual, sin tener en cuenta sexo ni nacionalidad" Art. 123 constitucional.
Un niño que no come y un magistrado de la Suprema Corte que percibe quinientos mil pesos mensuales. Un sistema social inmoral y depredador de instituciones y naciones, que destruye hasta sus mismos promotores.
En este modelo la distribución del ingreso es altamente contradictoria para un gobierno republicano democrático, además de que es una fuente de inestabilidad social y de ingobernabilidad.
Con este panorama se estimaría que la aceptación popular traducida en votos le correspondería, para esta reciente vuelta electoral, a lo más de un 8 al 10% de los sufragios del total nacional al grupo oligarca que hoy, sin sustento popular, tiene mayoría en el Congreso mexicano y tiene secuestrada la voluntad de la nación mexicana.
Ahora bien, cómo explicar esta paradoja, cómo explicarnos que grupos de campesinos u obreros, desempleados o medio empleados en este gran grupo depredado del 90% de la población en la pobreza o la extrema pobreza oriente y contabilicen su voto hacia el grupo oligarca depredador. Lo primero es la ignorancia política promovida en los últimos 25 años desde el grupo oligarca con una estrategia eficaz y, desde luego, ejercer el poder económico para corromper a instituciones políticas, religiosas y sociales. Los hechos son el cerco informativo inmoral e ilegal de los medios masivos de comunicación -desde luego con sus poquísimas excepciones-, los sonados casos de ilegalidad del Tribunal Federal Electoral, la intromisión de la Iglesia Católica en los asuntos políticos del país, con las declaraciones de obispos y arzobispos sobre las elecciones presidenciales y, sobre todo, el silencio cómplice de las organizaciones civiles.
Afortunadamente la cultura de lucha del pueblo mexicano está ampliamente enraizada y nuestra historia es una guía invaluable de acciones para garantizar el bienestar y la felicidad de nuestra nación.
Ya un grupo numerosísimo de valerosos, talentosos y valiosos mexicanos luchan contra el analfabetismo político. Tan sólo en la Convención Nacional Democrática asistieron más de un millón de sus representantes. Después de los hechos vergonzosos del TRIFE, en un acuerdo histórico masivo popular se convoca al pueblo a construir la Cuarta República.
"La soberanía nacional reside esencial y originalmente en el pueblo. Todo poder público dimana del pueblo y se instituye para beneficio de éste. El pueblo tiene el derecho de alterar o modificar la forma de su gobierno". Es un mandato constitucional. (art. 39) que le da la legalidad al movimiento social del presidente Andrés Manuel López Obrador (AMLO).
La legitimidad de una institución implica una aceptación por unanimidad y por lo tanto necesariamente implicará la existencia de legalidad de dicha institución, ya que el sistema de legalidad es un subconjunto de la unanimidad.
La medida de legitimidad está asociada a la medida de aceptación generalizada con cercanía a la unanimidad.
Así por ejemplo nuestro Congreso Nacional aún tiene una aceptación generalizada y en esa medida goza de legitimidad, no así por ejemplo el TRIFE, ni las cadenas de televisión, ni en los periódicos que se ve reflejado en sus ventas ya que no venden como una medida del rechazo del pueblo por su premeditación a la desinformación y la falta de objetividad en los hechos públicos; las instituciones políticas que más han sido deterioradas son el Poder Judicial y el Poder Ejecutivo perdiendo legitimidad al no tener una aceptación generalizada y muy lejana del consenso. Este deterioro de las instituciones se produce por la conducción de acciones ilegales de los titulares y dirigentes que son muchas veces analfabetas constitucionales y al final verdaderos delincuentes.
Hasta hace unos años encontrar ejemplos de instituciones legítimas no era tan dificultoso, pero con el deterioro social debido en gran parte por este modelo económico ajeno a nuestro país e impuesto por un conjunto de delincuentes internacionales, es de reflexión y análisis ejemplificar.
El movimiento social pacífico que encabeza el presidente de México, Andrés Manuel López Obrador, está amparado en un mandato constitucional básico y fundamental que los constituyentes previeron con sabiduría en la construcción de nuestro contrato social nacional, aunque no le guste la ley a algunos magistrados del Poder Judicial.
En este panorama de ilegalidad y de ilegitimidad en las instituciones mexicanas, existe la esperanza y la fuerza del pueblo de México.
La Presidencia de México que encabeza AMLO tiene la legalidad que le otorga el artículo 39 de la Constitución Política de los Estados Unidos Mexicanos y con la aceptación generalizada del pueblo mexicano goza de una saludable legitimidad, que ya quisiera para un día de fiesta la oligarquía mexicana.
Luchemos contra nuestra ignorancia política ya que "el peor analfabeta es el analfabeta político. No oye, no habla, no participa en los acontecimientos políticos. No sabe que el costo de la vida, el precio de los frijoles, del pan, de la harina, del vestido, del zapato y de los remedios, dependen de decisiones políticas. El analfabeta político es tan burro que se enorgullece y ensancha el pecho diciendo que odia la política. No sabe que de su ignorancia política nace la prostituta, el menor abandonado y el peor de todos los bandidos que es el político corrupto, mequetrefe y lacayo de las empresas nacionales y multinacionales", escribió en 1934 Bertolt Brecht (1898-1956) poeta, dramaturgo y director teatral alemán.
El debate de ideas es fuente de conocimiento, maestros, padres de familia, obreros, empleados, campesinos abramos la discusión ordenada y respetuosa en toda la nación mexicana, en las aulas, oficinas y hogares en el campo y en la ciudad para que los cercos informativos no nos impidan llegar al conocimiento de lo que ocurre en nuestro país, hay que sacudirnos la polución desinformativa y cambiar las contradicciones de nuestro Estado mexicano.
Es un honor estar en este movimiento social pacífico por el bien de todos.
Correo electrónico: proyectoyucatan@hotmail.com
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