El yerno se queda
La orden para que Josefina Vázquez Mota saliera a fijar una posición pública sobre la cuestionada designación de Fernando González Sánchez salió directa de Los Pinos. Desde la casa presidencial le pidieron a la secretaria de Educación Pública que atajara las críticas y las presiones que ha generado el nombramiento del yerno de Elba Esther Gordillo como subsecretario de Educación Básica, sobre todo por la embestida que los sectores más conservadores del PAN han puesto en marcha para tratar de obligar al presidente Felipe Calderón a que se retracte de ese nombramiento.
El mensaje de Vázquez Mota fue breve, pero claro: el yerno no se va.
Prácticamente, la secretaria hizo una defensa personal del funcionario al que, sin decirlo, ratificó en el cargo. No debió ser fácil para Josefina tragar sapos en público y defender al yerno de Elba Esther, cuando ni siquiera fue ella la que tomó la decisión de nombrarlo.
El problema para la titular de la SEP es que, mezcladas con las críticas auténticas de académicos y analistas críticos por el conflicto de intereses que representa ese nombramiento, hay también una campaña de grupos ultraconservadores del PAN que torpedean la designación buscando que la poderosa Subsecretaría de Educación Básica les sea devuelta como coto para imponer criterios y posiciones ideológicas en la educación pública.
No fue casual que el ex titular de esa Subsecretaría, Lorenzo Gómez Morín, fuera de los que iniciaron las críticas al nombramiento. Detrás del ex funcionario están los sectores más conservadores del panismo, que consideran a esa posición estratégica y saben de la influencia que ejerce, además de los millonarios recursos que maneja. Sobre esa línea de los recursos, hay en el SNTE la convicción -aunque hasta ahora no han presentado pruebas-, de que Gómez Morín busca ocultar también jugosos negocios que realizó con programas de la SEP como la fracasada Enciclomedia.
Pero más allá de los intereses que están en juego, tanto para los ultras panistas, como para la ambiciosa lideresa del SNTE, lo que está de por medio es una definición de fondo sobre la política educativa del gobierno de Felipe Calderón. Si no se le da prioridad a la educación básica y se nombra al responsable de ésta más por compromisos políticos que por criterios de eficiencia o de calidad de un proyecto, ¿qué se puede esperar de la atención a la educación superior, cuya calidad depende de lo que se haga o se deje de hacer en la educación preescolar, primaria y secundaria?
Esta es la segunda vez que sectores duros del PAN, ligados a la ultraderecha, intentan obligar al presidente Felipe Calderón a modificar decisiones ya tomadas. La primera se dio hace unas semanas en la conformación del gabinete, cuando Manuel Espino embistió contra la ratificación de Julio Frenk como secretario de Salud y el nombramiento de Bernardo de la Garza como titular del Medio Ambiente. Aquella vez los ultras panistas hicieron ceder al Presidente, que aún no tomaba protesta, y lo obligaron a hacer ajustes de último momento que, incluso, retrasaron la publicación de su gabinete.
Esta vez, parece, Calderón no piensa ceder ante la derecha de su partido y tampoco tiene mucho margen para hacerlo. Porque si los ultras del PAN son incómodos, imagínese lo que sería para Calderón y para Vázquez Mota echarse encima a un alacrán como la maestra. Y si lo dudan, que le pregunten a Roberto Madrazo.
Notas indiscretas. Dicen que después de varios intentos de Isaac Saba por tener un diálogo con los presidentes de Televisa y Televisión Azteca para que detengan la agresiva campaña lanzada contra su monopólica distribuidora de medicinas, Casa Saba, lo único que obtuvo el empresario de origen libanés fue un breve y claro mensaje que le mandaron los dueños de las dos televisoras: "Cada quien su monopolio". Aunque oficialmente no se ha informado del nombramiento, Francisco Yáñez , el otro recomendado de Elba Esther Gordillo , empezó a despachar esta semana en la Dirección General de la Lotería Nacional. Los dados cierran con Serpiente. Mala semana.
El mensaje de Vázquez Mota fue breve, pero claro: el yerno no se va.
Prácticamente, la secretaria hizo una defensa personal del funcionario al que, sin decirlo, ratificó en el cargo. No debió ser fácil para Josefina tragar sapos en público y defender al yerno de Elba Esther, cuando ni siquiera fue ella la que tomó la decisión de nombrarlo.
El problema para la titular de la SEP es que, mezcladas con las críticas auténticas de académicos y analistas críticos por el conflicto de intereses que representa ese nombramiento, hay también una campaña de grupos ultraconservadores del PAN que torpedean la designación buscando que la poderosa Subsecretaría de Educación Básica les sea devuelta como coto para imponer criterios y posiciones ideológicas en la educación pública.
No fue casual que el ex titular de esa Subsecretaría, Lorenzo Gómez Morín, fuera de los que iniciaron las críticas al nombramiento. Detrás del ex funcionario están los sectores más conservadores del panismo, que consideran a esa posición estratégica y saben de la influencia que ejerce, además de los millonarios recursos que maneja. Sobre esa línea de los recursos, hay en el SNTE la convicción -aunque hasta ahora no han presentado pruebas-, de que Gómez Morín busca ocultar también jugosos negocios que realizó con programas de la SEP como la fracasada Enciclomedia.
Pero más allá de los intereses que están en juego, tanto para los ultras panistas, como para la ambiciosa lideresa del SNTE, lo que está de por medio es una definición de fondo sobre la política educativa del gobierno de Felipe Calderón. Si no se le da prioridad a la educación básica y se nombra al responsable de ésta más por compromisos políticos que por criterios de eficiencia o de calidad de un proyecto, ¿qué se puede esperar de la atención a la educación superior, cuya calidad depende de lo que se haga o se deje de hacer en la educación preescolar, primaria y secundaria?
Esta es la segunda vez que sectores duros del PAN, ligados a la ultraderecha, intentan obligar al presidente Felipe Calderón a modificar decisiones ya tomadas. La primera se dio hace unas semanas en la conformación del gabinete, cuando Manuel Espino embistió contra la ratificación de Julio Frenk como secretario de Salud y el nombramiento de Bernardo de la Garza como titular del Medio Ambiente. Aquella vez los ultras panistas hicieron ceder al Presidente, que aún no tomaba protesta, y lo obligaron a hacer ajustes de último momento que, incluso, retrasaron la publicación de su gabinete.
Esta vez, parece, Calderón no piensa ceder ante la derecha de su partido y tampoco tiene mucho margen para hacerlo. Porque si los ultras del PAN son incómodos, imagínese lo que sería para Calderón y para Vázquez Mota echarse encima a un alacrán como la maestra. Y si lo dudan, que le pregunten a Roberto Madrazo.
Notas indiscretas. Dicen que después de varios intentos de Isaac Saba por tener un diálogo con los presidentes de Televisa y Televisión Azteca para que detengan la agresiva campaña lanzada contra su monopólica distribuidora de medicinas, Casa Saba, lo único que obtuvo el empresario de origen libanés fue un breve y claro mensaje que le mandaron los dueños de las dos televisoras: "Cada quien su monopolio". Aunque oficialmente no se ha informado del nombramiento, Francisco Yáñez , el otro recomendado de Elba Esther Gordillo , empezó a despachar esta semana en la Dirección General de la Lotería Nacional. Los dados cierran con Serpiente. Mala semana.
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