viernes, diciembre 15, 2006

Urbi et Orbi

Desde Oaxaca nos mandan el siguiente escrito:

Viernes 15 de diciembre de 2006. Noticias Núm. 10757

VLADIMIR MÉNDEZ J.

El Movimiento Popular Oaxaqueño no debe ser derrotado. Su grito libertario debe ser vociferado hacia los rumbos marcados por la rosa de los vientos, de mar a mar, desde el río hasta los confines de la tierra, navegar por Internet y celulares, andar en las cabezas y en las bocas, ser la voz de la conciencia que joda a los que joden. Debe ser el alarido que lo inunde todo hasta que llegue a oídos receptivos, hasta que otras manos se tiendan y juntas entonen nuevos gritos de guerra y de victoria. Su grito libertario debe remontar obstáculos como montañas, cruzar los Andes, atravesar como un soplo, como un rumor que corre las grandes alamedas por donde pase el hombre libre. Debe ser el grito que en Plaza de Mayo se escuche en las voces de las madres y de las abuelas, y en las de sus nietos y en las de sus hijos. Debe ser el son, qué de dónde son, que son de la barricada, que ponga en movimiento al Movimiento de los Sin Tierra y al pueblo que heroico resiste en el Caribe. Debe ser la ráfaga que agite las banderas rojinegras del Frente Sandinista, al Frente Farabundo, a las bases zapatistas. Debe ser el torbellino que convierta en marejada las mareas humanas que traspasan las fronteras, debe ser cual hoja al viento en la cual se documente la lucha de los indocumentados.

Debe ser el grito que rompa todos los silencios, el eco de otros gritos hartados de vergüenza. Debe ser un grito tan violento como para quebrantar la paz de los sepulcros, aquellos donde yacen los cuerpos de las trabajadoras caídas no sólo en Ciudad Juárez. Su grito libertario debe ser tan tierno como canción de cuna, capaz de dar cobijo en una barricada a los hijos del pueblo: a los niños de la calle, a los críos que maquilan para Nike, a los infantes de las intifadas, a los niños de las barricadas, a las chiquillas y chiquillos que forman parte del serrallo de los gober, a las desharrapadas niñas que cosen las ropas que gozan las muñecas Barbie. Debe ser tan serio como un análisis de Marx o Wallerstein, una advertencia de Rosa Luxemburgo o una crítica de Trotsky, pero tan lúdico y tan lúcido como una tira de Mafalda, un atraco de Fantomas o una acción de resistencia de Máscara Azteca y el Dr. Niebla tras el golpe. Debe ser el quid de todos los periódicos, desde el Noticias hasta La Jornada y también Página 12, The Independent y La Vanguardia. Debe ser los 500 mil de Barcelona que gritan queremos otra Europa, debe ser el espíritu de Seattle y del Foro Social Mundial de Porto Alegre. Debe ser los 30 millones que en 600 ciudades del orbe gritaron no a la guerra en nuestro nombre. Debe ser el grito de los estadounidenses dignos que sufren a un gobierno que dilapida en guerras de rapiña las riquezas de un pueblo que había nacido para ser libre. Y el de los afganos e iraquíes que padecen la ignominia de las guerras lideradas por halcones.

Debe ser el fin de la utopía, debe ser el porvenir aquí y ahora. Decir como el de Nazaret: no penséis que he venido a traer paz a la tierra; no he venido a traer paz, sino espada, porque cuando los de arriba hablan de paz el pueblo llano sabe que habrá guerra. Debe ser más pequeño que el pulgar para que no se tape el sol con un dedo; para que no se oculte las verdades debe ser el grito que se diga siempre a sí mismo la realidad sin adornos, sin miedos, sin vergüenza. Y debe ser más grande que el sueño de Martin Luther King y más bello que el mundo imaginado por John Lennon. Debe ser amorosamente racional al buscar la verdad y buscar lo bueno. Para que nadie lo desmadre debe ser el desmadre organizado, debe ser todas las risas desafiando, los presos liberados y los desaparecidos presentados: ¡vivos se los llevaron, vivos los queremos! Debe ser las uvas de la ira, fermentadas; debe ser las dirigencias por las bases superadas. Debe ser la Hidra de Lerna y al mismo tiempo Heracles, debe ser el flechador del sol dando en el blanco y en la barricada cinco Don Sancho y Don Quijote. Debe ser radicalmente democrático, cada uno una célula, debe ser de todos para que de nadie sea; debe ser la movilización aquí y ahora de la Coordinadora, debe hacer que el puño del SME se vea. Debe ser el hoy el amanecer dejó de ser una tentación, debe dejar de ser el rojo amanecer de los movimientos populares: debe ser la destrucción creadora que todo lo libere.

Debe ser tan libre como nuestros presos, tan profundo como sembrados están nuestros muertos, tan emancipado como no lo ha sido nunca nadie. Debe ser París ardiendo, la ciudad luz iluminada por suburbios incendiados: debe ser La Libertad guiando al pueblo: debe ser la noche oaxaqueña, inmensa y verdinegra como un árbol, de barricadas sembrada. Debe ser la guelaguetza, la ayuda mutua entre los proletarios de todos los pueblos y naciones sin importar si son moros o cristianos, judíos o árabes, blancos o negros, hombres o mujeres. Debe ser lo que no existe, lo que tiene que ser creado. Debe ser los explotados tomando por asalto el cielo: el infierno tan temido por los explotadores, las altas sotanas y los mercaderes. Debe ser el poder de la imaginación en voz de la experiencia, el alumno superando a su maestro. Debe ser la canción más hermosa del mundo, emitida en vivo y en directo por Radio Cacerola y TV Cazuelita; debe ser La Ley del Pueblo, la radio de la verdad y las pintas que tapizan la ciudad (manque las borren) poniendo ideas a tu conciencia. Debe ser sus Alejandras, sus Carmen, sus Bertas: vertientes nuevas de las Adelitas de leyendas de revoluciones que revolucionan. Debe ser el sin embargo de todos los manuales y todas las certezas. Debe ser tan genial como Tamayo y como los Magón pionero. Debe ser la voz del Dios que nunca muere: la voz del pueblo: la única que quita y pone, el ya cayó, el talón de Aquiles de Ulises pies ligeros. Debe ser sus megamarchas, su huelga de hambre, su marcha-caminata y sus plantones. Debe ser Gregorio Samsa despertando en mariposa, el despertar sin dinosaurio de los cuentos. Debe ser quien ni venciendo al enemigo vence, quien sólo vence tras vencerse a sí mismo, quien tira a lo más alto más rápido y más fuerte: así de radical es el grito de guerra de la revolución permanente. Debe ser la redondez de la tierra su escenario, el Venceremos su grito de angustia y el Égalité, Liberté, Fraternité su canto libertario. Debe ser su 14-J/2-N. Y su 25-N, que clama venganza con V de victoria y la venganza será un mundo nuevo.

Debe ser el fin del Fin de la historia, el ¡no pasarán!, el ¡Hasta la victoria!

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