miércoles, diciembre 20, 2006

POLÍTICA CERO - Jairo Calixto Albarrán

El triunfo de la fea más bella (o viceversa)


Si me preguntaran quién podría ser el personaje del año, no dudaría en decir que Elba Esther Gordillo, la Maestra. Con unos cuantos quiebres de cintura, tres gambetas y clásicos pasesitos a la red, fuertes, rasos y colocados, la lideresa sindical de orígenes charros, pasó de ser la chancla que no quiso volver a levantar Roberto Madrazo a convertirse en la mujer más influyente y temible del nuevo sexenio, aun por encima, me temo, de Margarita Zavala. De aquella chica que se suponía al borde del colapso, con esas imágenes terribles de Cruella de Ville afodongada y enferma, a menos de un año nos encontramos con una criatura todopoderosa, glamorosa y autosuficiente que cual Toña Machetes impone su voluntad en la área chica del federalismo blanquiazul. Quién dijera que esta fémina menospreciada, vilipendiada, perseguida, señalada, siempre al borde del linchamiento mediático y el odio funqui, con su aplomo de hombre de verdad, iba a decidir sobre vidas y haciendas en la administración jelipista que, ciertamente, se parece tanto al PRI que no puede engañarnos.

En muy poco tiempo acabó con Robertico Limonta con un eficiente raticida; dejó triste, ojeroso, cansado y sin ilusiones al tricolor; saltó del desvencijado Titanic foxista para caer en el puente de mando del calderonismo rampante, quedarse como timonel e imponer a su yerno incómodo en calidad de contramaestre.

Ella es la demostración de que en México la equidad de género se aplica conforme a derecho.

Y todavía hay gente malsana, profesionales de la envidia y el resentimiento social que nutren las huestes del cuentachilismo, que se quieren ensartar a la Gordillo por sus vastas propiedades que, según dicen las malas lenguas, hacen palidecer a las del amo de la especulación inmobiliaria con ideas premodernas, Arturito Montiel. O sea, como si la acumulación originaria de capital de la cual goza no fuera producto del trabajo fecundo y creador en un sindicato como el SNTE, donde hay tanto renegado. Nomás por emprender la tarea titánica de domesticar corporativamente al magisterio, la Gordillo merecería un monumento anexo al del monumento a la madre patria, la madre revolución institucionalizada.

Tener una maestra así es algo que debemos aquilatar. Ella, la Coyolxauqui del sexenio, en pleno año triunfal de las bellas más feas (en este caso sería al revés), declaro a Elba Esther The Woman of the year, botox por botox, según mi propia encuesta unipersonal que no es balín como las otras.

!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!

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