I
La llamada Gran Prensa --los grandes diarios de la capital de México-- y, desde luego, los medios de difusión masiva mediante el espectro radioeléctrico, evitan contrastes.
Tomemos al azar los periódicos diarios capitalinos del jueves 7 del mes que corre que, sin ser los mejores de México, son los de más paginación.
Mas no es eso. Su paginación --cada uno tiene el grosor de un libro-- contiene más anuncios y a color que material editorial propiamente. Este es en realidad pobre.
¿En qué radica su pauperación? Primero, en que la jerarquización de sus contenidos no responde a criterios centrales del periodismo el de la trascendencia.
Así, el leyente encuentra en esos periódicos mucho material frívolo, insustancial, descontextualizado, ajeno al acontecer social en nuestro país. Acentúan lo sensancional.
Y lo coyuntural. En ninguno de esos periódicos este escribidor halló ese día reportaje alguno acerca de quiénes son algunos de los 50 millones de mexicanos pobres.
Estos no existen para esos periódicos. Sólo existen los pocos mexicanos ricos y pudientes de la élite --oligarquía y alta burguesía-- que domina la vida económica de este país.
En esos periódicos, los hechos y sucedidos son consignados con arreglo a imperativos de mediatización de su impacto en las altas esferas del poder.
II
Nótese que esos periódicos comparten, en mayor o menor grado, el mismo mercado de lectores o, conforme a su jerga, consumidores de los bienes y servicios cuya venta anuncian.
Al compartir el mismo nicho de mercado de lectores o de consumidores, su tiraje se reduce. Sus destinatarios son aquellos con capacidad de compra superior a la media.
El contraste entre esos cuatro diarios y La Jornada --también de la capital, aunque con ediciones en varias regiones del país-- es enorme, además de diametral.
El contraste es, sobre todo, en contenido, aunque también se registra en presentación, número de páginas, volumen de anuncios --lineaje de publicidad--, etcétera.
El contenido de la Gran Prensa es definitivamente antisocial, aunque acusadamente obsequiosa con respecto a las actividaes sociables de la élite.
Mientras la Gran Prensa se somete a los designios de los intereses del poder político y económico, La Jornada mantiene otra línea, congruente con los cánones de la trascendencia.
Ello nos ofrece versiones diferentes de los mismos hechos y sucedidos en el acontecer social, político y económico de México, así como sus manifestaciones culturales.
Para la Gran Prensa la realidad no coincide con la que registra y recoge La Jornada. Son realidades diferentes, antipodales inclusive. Son periódicos de países distintos.
III
Un caso en punto, este jueves de referencia: Mientras La Jornada consigna las actividades de los dos presidentes --El Espurio y el Legítimo, la Gran Prensa sólo habla de aquél.
En sus ediciones de esa fecha, los periódicos de la Gran Prensa ignoran totalmente las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador en Chihuahua acerca de la pobreza.
Y, en cambio, destacan las declaraciones de Felipe Calderón en el poblado más pobre de Guerrero, en las que anuncia el lanzamiento de un programa contra la pobreza.
Por supuesto, el Presidente Calderón, pese a su espuriedad y condición de rehén --pelele-- de intereses ajenos a los del pueblo de México, mereció un despliegue periodístico amplio
Ello se explica así: Los dueños de los periódicos de la Gran Prensa no son periodistas, sino empresarios dedicados a lo que saben hacer: que sus diarios ganen mucho dinero.
Y, por su condición de grandes empresarios, son parte de la élite del poder económico y político, de la oligarquía, la alta burguesía y, en los hechos, de la plutocracia misma.
Esos empresarios son, a la vez, propietarios, total o parcialmente, de las empresas de televisión y radio e Internet incluso. Monopolizan la difusión formal.
Por tal motivo, la Gran Prensa y la radio y la televisión-- mantienen un cerco en torno a la movilización social de resistencia al nuevo gobierno. Que los mexicanos no sepamos.
Glosario:
Antipodales: Relativo o perteneciente a antípoda. Lo que se contrapone totalmente a algo. Un punto radicalmente opuesto.
Cánones: Relativo o perteneciente a canon. Regla, norma o precepto, especialmente los establecidos por la costumbre para una actividad.
Pauperación: pobre, empobrecido.
La llamada Gran Prensa --los grandes diarios de la capital de México-- y, desde luego, los medios de difusión masiva mediante el espectro radioeléctrico, evitan contrastes.
Tomemos al azar los periódicos diarios capitalinos del jueves 7 del mes que corre que, sin ser los mejores de México, son los de más paginación.
Mas no es eso. Su paginación --cada uno tiene el grosor de un libro-- contiene más anuncios y a color que material editorial propiamente. Este es en realidad pobre.
¿En qué radica su pauperación? Primero, en que la jerarquización de sus contenidos no responde a criterios centrales del periodismo el de la trascendencia.
Así, el leyente encuentra en esos periódicos mucho material frívolo, insustancial, descontextualizado, ajeno al acontecer social en nuestro país. Acentúan lo sensancional.
Y lo coyuntural. En ninguno de esos periódicos este escribidor halló ese día reportaje alguno acerca de quiénes son algunos de los 50 millones de mexicanos pobres.
Estos no existen para esos periódicos. Sólo existen los pocos mexicanos ricos y pudientes de la élite --oligarquía y alta burguesía-- que domina la vida económica de este país.
En esos periódicos, los hechos y sucedidos son consignados con arreglo a imperativos de mediatización de su impacto en las altas esferas del poder.
II
Nótese que esos periódicos comparten, en mayor o menor grado, el mismo mercado de lectores o, conforme a su jerga, consumidores de los bienes y servicios cuya venta anuncian.
Al compartir el mismo nicho de mercado de lectores o de consumidores, su tiraje se reduce. Sus destinatarios son aquellos con capacidad de compra superior a la media.
El contraste entre esos cuatro diarios y La Jornada --también de la capital, aunque con ediciones en varias regiones del país-- es enorme, además de diametral.
El contraste es, sobre todo, en contenido, aunque también se registra en presentación, número de páginas, volumen de anuncios --lineaje de publicidad--, etcétera.
El contenido de la Gran Prensa es definitivamente antisocial, aunque acusadamente obsequiosa con respecto a las actividaes sociables de la élite.
Mientras la Gran Prensa se somete a los designios de los intereses del poder político y económico, La Jornada mantiene otra línea, congruente con los cánones de la trascendencia.
Ello nos ofrece versiones diferentes de los mismos hechos y sucedidos en el acontecer social, político y económico de México, así como sus manifestaciones culturales.
Para la Gran Prensa la realidad no coincide con la que registra y recoge La Jornada. Son realidades diferentes, antipodales inclusive. Son periódicos de países distintos.
III
Un caso en punto, este jueves de referencia: Mientras La Jornada consigna las actividades de los dos presidentes --El Espurio y el Legítimo, la Gran Prensa sólo habla de aquél.
En sus ediciones de esa fecha, los periódicos de la Gran Prensa ignoran totalmente las declaraciones de Andrés Manuel López Obrador en Chihuahua acerca de la pobreza.
Y, en cambio, destacan las declaraciones de Felipe Calderón en el poblado más pobre de Guerrero, en las que anuncia el lanzamiento de un programa contra la pobreza.
Por supuesto, el Presidente Calderón, pese a su espuriedad y condición de rehén --pelele-- de intereses ajenos a los del pueblo de México, mereció un despliegue periodístico amplio
Ello se explica así: Los dueños de los periódicos de la Gran Prensa no son periodistas, sino empresarios dedicados a lo que saben hacer: que sus diarios ganen mucho dinero.
Y, por su condición de grandes empresarios, son parte de la élite del poder económico y político, de la oligarquía, la alta burguesía y, en los hechos, de la plutocracia misma.
Esos empresarios son, a la vez, propietarios, total o parcialmente, de las empresas de televisión y radio e Internet incluso. Monopolizan la difusión formal.
Por tal motivo, la Gran Prensa y la radio y la televisión-- mantienen un cerco en torno a la movilización social de resistencia al nuevo gobierno. Que los mexicanos no sepamos.
Glosario:
Antipodales: Relativo o perteneciente a antípoda. Lo que se contrapone totalmente a algo. Un punto radicalmente opuesto.
Cánones: Relativo o perteneciente a canon. Regla, norma o precepto, especialmente los establecidos por la costumbre para una actividad.
Pauperación: pobre, empobrecido.
!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!
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