En este momento para nadie es ajeno que la resistencia civil pacífica está pasando por un momento sino de crisis, si de revaloración, que nos ha puesto en un receso incómodo al inicio del gobierno de FECAL. Ha sido patente que en las últimas reuniones del Hemiciclo a Juárez ha habido poca gente, que ha habido acciones que no han generado el impacto esperado como fue el campamento de Fernández Noroña afuera de la casa de transición, y que se generó controversia entre los ciudadanos en resistencia el anuncio de Jesusa Rodríguez de pasar a una nueva etapa, en la que determinado tipo de acciones no tendrán cabida, por si esto fuera poco ahora nos enteramos del posible cierre del blog El Sendero del Peje, y a esto hay que sumarle el clima de miedo que el Gobierno Federal pretende crear entre los activistas, con la política de represión que se ha venido ejerciendo en contra de la APPO.
La gente en general que se haya al margen de la lucha social, tiene la impresión de que nos hemos rendido, que consumado el fraude con la ridícula toma de posesión de FECAL, ya no tiene caso seguir luchando. Desgraciadamente, algunos miembros del PRD parecen confirmarle a la sociedad este mensaje, tal es el caso de Amalia García, Zeferino Torre Blanca, y la deleznable “tribu” de los Chuchos, todos ellos parecen más interesados en transar con FECAL que en darle continuidad a nuestra lucha de resistencia en contra de la imposición del fascismo en nuestro país.
A lo que voy es a lo siguiente, si nosotros los ciudadanos en resistencia, nos rendimos ahora, y nos contagiamos de ese miedo que propaga el régimen del Espurio y caemos en la dejadez y la indiferencia que predomina en el resto de la población, entonces sí ya valió y nos tendremos que aguantar quien sabe cuantas décadas de fascismo en nuestro país.
Ahora bien, si nos mantenemos firmes en nuestra trinchera, y decidimos seguir oponiéndonos al fascismo neoliberal del PRIAN, debemos tener claro que para ello necesitamos el apoyo de la población, y no solo moral sino activo, o díganme, ¿de qué sirve que nuestro Presidente, Andrés Manuel López Obrador, llene a reventar cada plaza en la que se presenta, si a la hora de que se convoca a una acción de resistencia, nada mas responden unas cuantas centenas de ciudadanos?, ¿quién está fallando?, es obvio que nosotros, la sociedad civil en resistencia, aquellos que nos vanagloriamos de ser libres y concientes, pero que estamos fallando al momento de transmitir esa libertad y esa conciencia al resto de la población.
Hemos tenido éxito en romper en cierta medida el cerco informativo, a través del Internet, sin embargo se nos olvida que tan solo el 10 por ciento de la población tiene acceso a este medio, y de ese pequeño y privilegiado porcentaje, sólo una cierta cantidad accede a nuestros blogs.
Es un hecho que estamos viviendo una revolución, sin armas pero revolución al fin, y que toda revolución implica cambio, y que para poder instrumentar dicho cambio es necesario crear conciencia entre la población de los peligros que representa el actual régimen, recordemos que siempre va a haber una resistencia natural en el ser humano a cambiar, y que por su puesto los panistas atizarán a su favor, como de hecho ya lo hicieron en la campaña electoral en la que generaron miedo al cambio con un gobierno de izquierda.
Luego entonces, no es el neofascismo en sí nuestro peor enemigo a vencer, sino la indiferencia de la población, su apatía ante la lucha social, y el abatimiento que esta actitud genera entre los ciudadanos libres y concientes que buscan un cambio. Y para ser más claro pongo un ejemplo: el abstencionismo dominante durante las jornadas electorales, la gente en general se justifica diciendo que ya no cree en los políticos, pregunto ¿a quién beneficia esta actitud, a la izquierda progresista que busca un cambio económico, político y social, o a la derecha fascista que se haya encumbrada en el poder y goza de privilegios que desea mantener a toda costa? La respuesta es obvia, se benefician los fascistas, pero ¿ahí nos vamos a quedar?, ¿no está la izquierda obligada a promover entre la población su participación en las elecciones?
Es necesario pues, que nos pongamos a trabajar en la concienciación de la población, algunos ya lo hacen, como es el caso de El Fisgón, sin embargo es necesario que multipliquemos este tipo de labor, no sólo difundiendo información sino también explicándola, haciéndola digerible para el obrero, el campesino, la ama de casa, el estudiante –tenemos un alarmante déficit de juventud en nuestras filas- y la población en general.
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