Cuando develaron el busto inmortal del autor de Escenas de pudor y liviandad en la Feria del Libro de Guadalajara, de inmediato quedó claro por qué Monsiváis exigió que, llegada la hora, enterraran primero al busto y luego a él. Y es que, la verdad, el busto de marras se parece más a Ruiz Cortines que al maestro.
El busto está más fake que el triunfo del América sobre un Atlas que sospechosamente se desinfló como el TEPJF a la hora de las resoluciones (y todavía Lapuente se atreve a decir que le hicieron un favorcito a las Chivas).
Seguramente los hermanos Padilla, encargados de regentear el palenque cultural en la Perla de Occidente, hicieron todo de buena fe, pero dadas las características de ese busto que da susto, cualquiera diría que lo mandó hacer el ex góber jalisquillo, Ramírez Acuña, conocido como El Suavecito, hoy flamante secretario de Gobernación que, según cuentan, es el anti Creel. Pero no porque vaya a ser más eficiente que Santi, lo cual tampoco sería un logro, sino porque a diferencia de su antecesor, quien todo lo dejaba burocráticamente pa´l ratito, don Paco se va por la ruta del fast track pero a chingadazos.
Y hace bien, para qué entrar al Yunque si no se puede ejercer como es debido.
De cualquier forma, ese busto monsivaíta tendría que ser llevado a la toma de posesión de Calderón para que, en primera fila, contemple el espectáculo que será como la toma de Zacatecas pero en versión discoteque. Si el ensayo general de la lucha por San Lázaro de ayer fue un prodigio de cachetadas guajoloteras donde lo único que faltó fue la narración del Perro Bermúdez, el primero de diciembre va a ser como concierto de Valentín Elizalde.
El show en el Palacio Legislativo fue tan bien organizado que no le pedía nada al homenaje a Raúl Velasco. Era tal la rebambaramba entre los legisladores que no se sabía quiénes eran de la APPO y quiénes de la PFP.
Claro que los perredistas no tenían por qué pelearse por la tribuna con los panistas que gritaban ¡Felipe es su padre! (entonces quién será la jefecita, ¿la Gordillo?). Digo, los blanquiazules no saben de plantones, nunca han marchado y dada su condición pirrurra, no van a aguantar, ni de chiste, hasta el viernes. Antes se van a ir a la suite presidencial en el hotel Camino Real para echarse un coyotito.
Ahí, ante tamaña demostración, el busto de Monsi que se parece a Ruiz Cortines documentaría no sólo su optimismo sino su entusiasmo, sobre todo al ver a los priistas, ahora disfrazados de demócratas e institucionales, chillar como foxistas sin hueso.
El busto está más fake que el triunfo del América sobre un Atlas que sospechosamente se desinfló como el TEPJF a la hora de las resoluciones (y todavía Lapuente se atreve a decir que le hicieron un favorcito a las Chivas).
Seguramente los hermanos Padilla, encargados de regentear el palenque cultural en la Perla de Occidente, hicieron todo de buena fe, pero dadas las características de ese busto que da susto, cualquiera diría que lo mandó hacer el ex góber jalisquillo, Ramírez Acuña, conocido como El Suavecito, hoy flamante secretario de Gobernación que, según cuentan, es el anti Creel. Pero no porque vaya a ser más eficiente que Santi, lo cual tampoco sería un logro, sino porque a diferencia de su antecesor, quien todo lo dejaba burocráticamente pa´l ratito, don Paco se va por la ruta del fast track pero a chingadazos.
Y hace bien, para qué entrar al Yunque si no se puede ejercer como es debido.
De cualquier forma, ese busto monsivaíta tendría que ser llevado a la toma de posesión de Calderón para que, en primera fila, contemple el espectáculo que será como la toma de Zacatecas pero en versión discoteque. Si el ensayo general de la lucha por San Lázaro de ayer fue un prodigio de cachetadas guajoloteras donde lo único que faltó fue la narración del Perro Bermúdez, el primero de diciembre va a ser como concierto de Valentín Elizalde.
El show en el Palacio Legislativo fue tan bien organizado que no le pedía nada al homenaje a Raúl Velasco. Era tal la rebambaramba entre los legisladores que no se sabía quiénes eran de la APPO y quiénes de la PFP.
Claro que los perredistas no tenían por qué pelearse por la tribuna con los panistas que gritaban ¡Felipe es su padre! (entonces quién será la jefecita, ¿la Gordillo?). Digo, los blanquiazules no saben de plantones, nunca han marchado y dada su condición pirrurra, no van a aguantar, ni de chiste, hasta el viernes. Antes se van a ir a la suite presidencial en el hotel Camino Real para echarse un coyotito.
Ahí, ante tamaña demostración, el busto de Monsi que se parece a Ruiz Cortines documentaría no sólo su optimismo sino su entusiasmo, sobre todo al ver a los priistas, ahora disfrazados de demócratas e institucionales, chillar como foxistas sin hueso.
!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!
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