I.- Por las calles del país andan ya los que andan "boteando", es decir, con botes fabricados como alcancías, para solicitar donativos. Quienes van y vienen, sobre todo buscando a los pasajeros de automóviles (la mayoría irritados por el alza de la gasolina) para pedirles cooperación, son contratados por los organizadores del "Teletón" y cuyo principal beneficiario es Televisa, apoyada por buen número de firmas empresariales, quienes hacen como si fueran generosos con los pobres.
II.- Se trata de reunir algunos millones de pesos y juguetes para dárselos a "los más necesitados". Y si así fuera, entonces la colecta estaría destinada a no menos de 50 millones de mexicanos, quienes están por debajo de todos los grados del empobrecimiento. Empero, Televisa y sus socios-cómplices, una vez descontados sus gastos de operación, apenas si entregan parte de esos donativos, donde el primero en aparecer es el llamado "Primer Mandatario" y ahora será Calde-rón, mostrando un cheque, acompañado de su esposa y sus hijos.
III.- Se trata de que Televisa aparezca como solidaria con los pobres, los discapacitados y, en fin, con un amplio sector social, donde siempre hay quienes llegan a creer en la "generosidad" de los otros; los entrevistados (previamente los "sensibilizan") para que, con autúnticas lágrimas (y no como en las telenovelas) agradezcan, públicamente, al "Teletón". Lo hacen como un espectáculo, dizque con interventores que dan fe (sin ser notarios) de los donativos y utilizan a sus mejores locutores para el show.
IV.- Telmex (que es un monopolio) y Televisa (que también lo es en gran medida) son las empresas privadas que viven de lo público y obtienen ganancias fabulosas. Pues el señor multimillonario Slim pone su parte (como lo hace con los seis partidos, y si fueran más no le importa, a los que les da, por él y sus hijos, diez millones de pesos a cada uno). Lo mismo hacen el resto de los empresarios. Al fin y al cabo que luego se reponen, con los favores fiscales y el alza de precios. Ellos nunca pierden y quedan bien con quienes no escudriñan lo que hay detrás de esas "piadosas" acciones.
V.- Los pedigüeños callejeros reciben un semiuniforme, ahora azul con blanco (¿cuáles son los colores del PAN?) y hasta gorras. Se llevan un porcentaje de lo que recauden (y se quedan con los desprecios, mentadas y demás groserías que, en lugar de monedas, les dan). Se acercan con su bote y piden, hasta eso, muy educados, como que los aleccionan para su mejor desempeño. Pero la única que se lleva los aplausos y las utilidades es Televisa, quien hace "caravana con sombrero ajeno".
VI.- El negocio, perdón, el festival del "Teletón" lo hacen las vísperas navideñas, para sorprender mejor a los donadores que han de tener avivado su espíritu dilapidador y dispuestos a conmoverse por las obras piadosas. Y de moneda en moneda por todo el país, le sacan a los pobres y clases medias, no lo que les sobra, sino parte de lo que tienen para el final del año en el contexto de mercados donde los precios se van por las nubes. Incluso la "piratería" y el comercio ambulante, elevan sus precios.
VII.- Televisa, que hasta anuncia en horarios de millón de pesos por minuto a modernas "gitanas" y toda clase de chanchulleros "adivinos" que prometen cómo obtener úxitos amorosos y de fortuna, no da un paso en falso y por eso su riqueza. Al dedicar unas horas de su programación, para el show "piadoso", de antemano les ha cobrado a sus anunciantes como aportación, luego entonces no pierde ni un centavo. Al contrario, hasta se repone y le arranca lágrimas a los televidentes que tambiún llegan a creer, víctimas de su buena fe y su ingenuidad, en el falso altruismo de esa empresa.
VIII.- Durante el año tenemos cientos de colectas y, de paso, no dejan de "botear" quienes, mejor que colectar dinero para Televisa y otras campañas, lo hacen para su beneficio, disfrazándose de, por ejemplo, "teletones". Pero, el grueso de los que piden donativos, son los trabajadores eventuales que, por una miserable parte, dan la cara para solicitar dinero al son de "¿gusta cooperar". No deja de haber en ese ejército los "voluntarios", quienes hacen su buena obra por los discapacitados y a los que Televisa les brinda un "reconocimiento".
IX.- Pero no hay duda que el "Teletón" es un negocio. La empresa se hace publicidad de tener "un corazón de pollo". Y eso, al ganar teleadictos, es negocio. Conmover a los pobres con ese programa, tambiún les reditúa dinero. No se pase por alto que en la Secretaría de Hacienda las grandes empresas y la de Azcárraga Jr. no es ajena, solamente pagan, por un contrato, el diez por ciento del cien por ciento que deberían pagar de impuestos. Como el "Teletón", es el gran negocio.
X.- Así que Televisa prepara su Navidad con ese negocio para supuestamente ayudar a los pobres. Supuestamente, porque reciben de esos donativos del pueblo, apenas una mínima parte; pero, se los entregan en medio de un gran espectáculo, al estilo del "canal de las estrellas". Es otra manera de que una empresa privada que vive de lo público, con su programación durante el año, remate con una fiesta que es más de lo mismo: basura televisiva.
II.- Se trata de reunir algunos millones de pesos y juguetes para dárselos a "los más necesitados". Y si así fuera, entonces la colecta estaría destinada a no menos de 50 millones de mexicanos, quienes están por debajo de todos los grados del empobrecimiento. Empero, Televisa y sus socios-cómplices, una vez descontados sus gastos de operación, apenas si entregan parte de esos donativos, donde el primero en aparecer es el llamado "Primer Mandatario" y ahora será Calde-rón, mostrando un cheque, acompañado de su esposa y sus hijos.
III.- Se trata de que Televisa aparezca como solidaria con los pobres, los discapacitados y, en fin, con un amplio sector social, donde siempre hay quienes llegan a creer en la "generosidad" de los otros; los entrevistados (previamente los "sensibilizan") para que, con autúnticas lágrimas (y no como en las telenovelas) agradezcan, públicamente, al "Teletón". Lo hacen como un espectáculo, dizque con interventores que dan fe (sin ser notarios) de los donativos y utilizan a sus mejores locutores para el show.
IV.- Telmex (que es un monopolio) y Televisa (que también lo es en gran medida) son las empresas privadas que viven de lo público y obtienen ganancias fabulosas. Pues el señor multimillonario Slim pone su parte (como lo hace con los seis partidos, y si fueran más no le importa, a los que les da, por él y sus hijos, diez millones de pesos a cada uno). Lo mismo hacen el resto de los empresarios. Al fin y al cabo que luego se reponen, con los favores fiscales y el alza de precios. Ellos nunca pierden y quedan bien con quienes no escudriñan lo que hay detrás de esas "piadosas" acciones.
V.- Los pedigüeños callejeros reciben un semiuniforme, ahora azul con blanco (¿cuáles son los colores del PAN?) y hasta gorras. Se llevan un porcentaje de lo que recauden (y se quedan con los desprecios, mentadas y demás groserías que, en lugar de monedas, les dan). Se acercan con su bote y piden, hasta eso, muy educados, como que los aleccionan para su mejor desempeño. Pero la única que se lleva los aplausos y las utilidades es Televisa, quien hace "caravana con sombrero ajeno".
VI.- El negocio, perdón, el festival del "Teletón" lo hacen las vísperas navideñas, para sorprender mejor a los donadores que han de tener avivado su espíritu dilapidador y dispuestos a conmoverse por las obras piadosas. Y de moneda en moneda por todo el país, le sacan a los pobres y clases medias, no lo que les sobra, sino parte de lo que tienen para el final del año en el contexto de mercados donde los precios se van por las nubes. Incluso la "piratería" y el comercio ambulante, elevan sus precios.
VII.- Televisa, que hasta anuncia en horarios de millón de pesos por minuto a modernas "gitanas" y toda clase de chanchulleros "adivinos" que prometen cómo obtener úxitos amorosos y de fortuna, no da un paso en falso y por eso su riqueza. Al dedicar unas horas de su programación, para el show "piadoso", de antemano les ha cobrado a sus anunciantes como aportación, luego entonces no pierde ni un centavo. Al contrario, hasta se repone y le arranca lágrimas a los televidentes que tambiún llegan a creer, víctimas de su buena fe y su ingenuidad, en el falso altruismo de esa empresa.
VIII.- Durante el año tenemos cientos de colectas y, de paso, no dejan de "botear" quienes, mejor que colectar dinero para Televisa y otras campañas, lo hacen para su beneficio, disfrazándose de, por ejemplo, "teletones". Pero, el grueso de los que piden donativos, son los trabajadores eventuales que, por una miserable parte, dan la cara para solicitar dinero al son de "¿gusta cooperar". No deja de haber en ese ejército los "voluntarios", quienes hacen su buena obra por los discapacitados y a los que Televisa les brinda un "reconocimiento".
IX.- Pero no hay duda que el "Teletón" es un negocio. La empresa se hace publicidad de tener "un corazón de pollo". Y eso, al ganar teleadictos, es negocio. Conmover a los pobres con ese programa, tambiún les reditúa dinero. No se pase por alto que en la Secretaría de Hacienda las grandes empresas y la de Azcárraga Jr. no es ajena, solamente pagan, por un contrato, el diez por ciento del cien por ciento que deberían pagar de impuestos. Como el "Teletón", es el gran negocio.
X.- Así que Televisa prepara su Navidad con ese negocio para supuestamente ayudar a los pobres. Supuestamente, porque reciben de esos donativos del pueblo, apenas una mínima parte; pero, se los entregan en medio de un gran espectáculo, al estilo del "canal de las estrellas". Es otra manera de que una empresa privada que vive de lo público, con su programación durante el año, remate con una fiesta que es más de lo mismo: basura televisiva.
cepedaneri@prodigy.net.mx
!!No al Teletón!!
1 comentario:
a que estupida pagina
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