• Ahí viene Napoleón
A la memoria de
Jesús Blancornelas
El Estado mi estimado, ¿soy yo? Culmina la agitada semanita entre jaloneos, titubeos y simpáticas grillas en el Gymboree calderonista donde hay malestar por algunas promesas incumplidas frente a los retos que se acercan con la llegada del divertidísimo 1 de diciembre.
Mientras Felipe my friend, decide que sí que no que no se qué... que sí que no se quién y promete dar a conocer el mentado gabinete “social” que ya se le hizo más bolas que un queso oaxaqueño, la peligrosa indecisión para nombrar funcionarios en carteras clave y cumplir con los acuerdos está generando un muy delicado cisma... que amenaza contaminar el frágil tejido de un gabinete que no termina de nacer con estrella... sino estrellado, pues.
Como ilustre ejemplo está el de las posiciones para los operadores de Elba Esther Gordillo donde las señales, desde ayer a mediodía, eran entre confusas, ambiguas e imprecisas y si le agrega el estúpido bullicio creado ex profeso por el finísimo Francisco Ramírez Acuña —quien por cierto goza de una original famita entre empresarios trasnacionales— que anda envalentonado presionando por la titularidad de Bucareli, al michoacano le están saliendo canas verdes, perdón, azules.
Aunque francamente quien por su gusto muere mi estimado, hasta la muerte le sabe.
Felipe, a estas alturas del partido, ¡no sabe! con quiénes va a gobernar México, así que váyale midiendo el agua a los camotes... y abrochándose su cinturón de seguridad.
Su primer anuncio de hace unos días queda huérfano y desarropado ante la incertidumbre generada estas últimas 24 horas, desencadenando una serie de envenenados rumores sobre el perfil de aquellos que lo acompañarán en la temeraria aventura de gobernar.
Las vacilaciones que exhibe son pésimas señales, pero no sólo para sus potenciales aliados y sus compromisos adquiridos, sino que como efecto mariposa crean el ambiente adecuado para el caos y el desorden... donde también hay orden para ocurrentes oportunidades. Cuidado.
El narcotráfico rompe todas las reglas escritas y no escritas acribillando a regidores, jefes de seguridad, agentes federales, presidentes municipales y donde Nuevo León (se lo dije) es ya un generoso mercado y una plaza codiciada.
No se necesita tener más de dos dedos de frente my friend, para evaluar que El Chapo del sexenio anda inquieto haciendo de las suyas tratando de reafirmar su liderazgo... nacional, mientras el próximo residente de Los Pinos flaquea inseguro en lo más esencial que es la conformación de su gabinete.
Si le parece poco, la cínica mega lacra de Ulises Ruiz se pitorrea y dice que Oaxaca ya superó la crisis y háganle como quieran. O sea, de responsabilidad y de los muertos ni quien se acuerde. (Not so fast you moron).
Quizá es el entretenido saldo de las espléndidas negociaciones (paralelas a Gobernación) con la pistolita automática de Josefina Vázquez Mota las que generaron esta temeraria actitud del gobernador déspota y autoritario que no parece temerle a nada... ni nadie.
Y curiosamente en Chiapas se gesta otro coctelito —ese sí de decisión– preparado por Pablo Salazar Mendiguchía quien quita, pone, decide, tripula y nomina para ocupar las principales carteras del blandengue, incipiente y gris de Juan Sabines Guerreo, quien tomará posesión el próximo 8 de diciembre.
A Pablo my friend, no lo quieren los foxistas, los tricolores, los azules y sólo tiene en su bolsillo a un grupito simpático de lacritas amarillas quienes reciben, digamos, favores chiapanecos. Además, of course, del empresario textilero Kamel Nacif.
Chiapas y Oaxaca, vecinos distantes con caciques conocidos y con campechanas prácticas en el arte de gobernar. Elecciones de Estado, persecuciones políticas, arbitrariedades en contra de los adversarios son algunos de los botones que ofrece México en estos tiempos aciagos de acelerada descomposición.
Y para cerrar con broche de metal, el sindicato minero avisa sobre la tormenta que viene si no se le reconoce el liderazgo a Napoleón Gómez Urrutia.
Pero no se me agobie queridísimo lector, este reventón apenas comienza y hoy, afortunadamente, ya es viernes... ¡Urge un drink!
Mientras Felipe my friend, decide que sí que no que no se qué... que sí que no se quién y promete dar a conocer el mentado gabinete “social” que ya se le hizo más bolas que un queso oaxaqueño, la peligrosa indecisión para nombrar funcionarios en carteras clave y cumplir con los acuerdos está generando un muy delicado cisma... que amenaza contaminar el frágil tejido de un gabinete que no termina de nacer con estrella... sino estrellado, pues.
Como ilustre ejemplo está el de las posiciones para los operadores de Elba Esther Gordillo donde las señales, desde ayer a mediodía, eran entre confusas, ambiguas e imprecisas y si le agrega el estúpido bullicio creado ex profeso por el finísimo Francisco Ramírez Acuña —quien por cierto goza de una original famita entre empresarios trasnacionales— que anda envalentonado presionando por la titularidad de Bucareli, al michoacano le están saliendo canas verdes, perdón, azules.
Aunque francamente quien por su gusto muere mi estimado, hasta la muerte le sabe.
Felipe, a estas alturas del partido, ¡no sabe! con quiénes va a gobernar México, así que váyale midiendo el agua a los camotes... y abrochándose su cinturón de seguridad.
Su primer anuncio de hace unos días queda huérfano y desarropado ante la incertidumbre generada estas últimas 24 horas, desencadenando una serie de envenenados rumores sobre el perfil de aquellos que lo acompañarán en la temeraria aventura de gobernar.
Las vacilaciones que exhibe son pésimas señales, pero no sólo para sus potenciales aliados y sus compromisos adquiridos, sino que como efecto mariposa crean el ambiente adecuado para el caos y el desorden... donde también hay orden para ocurrentes oportunidades. Cuidado.
El narcotráfico rompe todas las reglas escritas y no escritas acribillando a regidores, jefes de seguridad, agentes federales, presidentes municipales y donde Nuevo León (se lo dije) es ya un generoso mercado y una plaza codiciada.
No se necesita tener más de dos dedos de frente my friend, para evaluar que El Chapo del sexenio anda inquieto haciendo de las suyas tratando de reafirmar su liderazgo... nacional, mientras el próximo residente de Los Pinos flaquea inseguro en lo más esencial que es la conformación de su gabinete.
Si le parece poco, la cínica mega lacra de Ulises Ruiz se pitorrea y dice que Oaxaca ya superó la crisis y háganle como quieran. O sea, de responsabilidad y de los muertos ni quien se acuerde. (Not so fast you moron).
Quizá es el entretenido saldo de las espléndidas negociaciones (paralelas a Gobernación) con la pistolita automática de Josefina Vázquez Mota las que generaron esta temeraria actitud del gobernador déspota y autoritario que no parece temerle a nada... ni nadie.
Y curiosamente en Chiapas se gesta otro coctelito —ese sí de decisión– preparado por Pablo Salazar Mendiguchía quien quita, pone, decide, tripula y nomina para ocupar las principales carteras del blandengue, incipiente y gris de Juan Sabines Guerreo, quien tomará posesión el próximo 8 de diciembre.
A Pablo my friend, no lo quieren los foxistas, los tricolores, los azules y sólo tiene en su bolsillo a un grupito simpático de lacritas amarillas quienes reciben, digamos, favores chiapanecos. Además, of course, del empresario textilero Kamel Nacif.
Chiapas y Oaxaca, vecinos distantes con caciques conocidos y con campechanas prácticas en el arte de gobernar. Elecciones de Estado, persecuciones políticas, arbitrariedades en contra de los adversarios son algunos de los botones que ofrece México en estos tiempos aciagos de acelerada descomposición.
Y para cerrar con broche de metal, el sindicato minero avisa sobre la tormenta que viene si no se le reconoce el liderazgo a Napoleón Gómez Urrutia.
Pero no se me agobie queridísimo lector, este reventón apenas comienza y hoy, afortunadamente, ya es viernes... ¡Urge un drink!
!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!
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