viernes, noviembre 24, 2006

MEXICO SA - Carlos Fernández-Vega

Defensores del neoliberalismo reconocen crecimiento nulo con éste

Sojo, olvido a conveniencia

Subsidios para las empresas, pero no para la leche Liconsa

Las rebanadas del pastel

Sin que fuera su deseo, ni Dios lo quiera, el otrora fiel escudero del aún inquilino de Los Pinos compendió el exitoso periodo neoliberal en México: el balance de los últimos 25 años, dijo, se resume en que la economía nacional reporta un crecimiento promedio anual de 2.4 por ciento, con una generación, también promedio, de 290 mil empleos (no aclaró si en ese total se incluyen las plazas informales), o lo que es lo mismo el menos de una cuarta parte de la demanda real.

El ahora fiel escudero del siguiente gerente neoliberal, a la vez que flamante secretario de Economía de la "continuidad", Eduardo Sojo, señaló que ese triste cuan mediocre panorama "es el gran desafío del nuevo gobierno".

A pesar de no ser egresado del ITAM, pero sí de otra institución con "valores morales sólidos" (el ITESM, fundado en 1943 por otro padre de la oligarquía mexicana, Eugenio Garza Sada, el Don del Grupo Monterrey) Sojo quiere especializarse en el juego de la "desmemoria" o, si se prefiere, del "olvido" a convenencia.

Cuando despachaba como coordinador de Políticas Públicas de la Presidencia de la República, Sojo calificaba de "puro rollo" de la oposición lo que ahora califica como "desafío" y resume como mediocridad del modelo económico. "Desmemoria" pura.

Lo peor del caso, es que el próximo titular de Economía ­una dependencia que durante el "cambio" brilló por su ausencia como promotora del crecimiento nacional, con tres becarios en su silla principal, Luis Ernesto Derbez, Fernando Canales Clariond y Sergio García de Alba­, presenta como novedad y gran alternativa para el desarrollo un refrito de aquel Programa para Fortalecer la Economía, Acciones de un Gobierno Responsable, hecho público en Los Pinos (mayo de 2001) por el ahora calderonista y el actual secretario de Hacienda, Francisco Gil Díaz, que contenía, palabras más, palabras menos, los mismos lineamientos y propósitos que los por él anunciados el pasado martes durante su encuentro con los representantes de la Concanaco.

En ambos casos (el de 2001 y el actual) se anunciaba la recesión económica estadunidense. En aquel mayo de cinco años atrás, Sojo y Gil planteaban la necesidad de, entre otras cosas, incrementar el crédito a la vivienda y la generación de empleo para obtener una tasa de crecimiento económico de 2.5 a 3 por ciento en el año. Un quinquenio después, el ya designado secretario de Economía del Felipillo propone lo mismo, "olvidando" que en 2001 el resultado del citado programa fue la caída de la economía y la pérdida de más de 600 mil empleos formales. Y para 2007, la recesión de la economía estadunidense está más que cantada.

Tanto el "cambio" como la "continuidad" quieren jugar a la "desmemoria", al "olvido" a conveniencia, cuando en realidad no muestran más que ceguera, sordera y terquedad marca mula, porque insisten en la "necesidad y ventaja" de transitar por el mismo caminito que el propio Sojo, sin querer, resumió muy bien: crecimiento promedio anual de 2.4 por ciento en los últimos 25 años, con una generación de 290 mil empleos. Es decir, nada.

Por cierto, alguno de los flamantes secretarios de Estado de la "continuidad" aseguró que ésta "ya no subsidiará o rescatará" al capital privado. Y para demostrarlo, el propio Calderón ratifica su "compromiso" de "exentar" las cuotas patronales, el primer año, a las empresas generadoras de empleo, una contribución que, por ley, deben enterar al IMSS. La solidez financiera de la institución de seguridad se lo agradece desde ya.

Y en la feria de promesas, el nuevo gobierno promoverá (Sojo dixit) un "programa de crédito a la vivienda para trabajadores que ganen menos de tres salarios mínimos". ¿De dónde saldrán recursos para atender a cerca de 25 millones de trabajadores (alrededor de 56 por ciento de la población ocupada) que obtienen hasta tres salarios mínimos? No deje de ver el siguiente capítulo del "cambio".

Nadie sabe de dónde, porque los que hay, de por sí escasos, se canalizan a sectores prioritarios. Por ejemplo, al aceitado IFE y los partidos políticos. La semana pasada Liconsa anunció un criminal aumento de 28.57 al precio de la leche popular, "porque no se puede sostener el subsidio" (Hacienda dixit).

Siete días después, se promueve el incremento de 700 millones de pesos en el subsidio (le llaman prerrogativas) a los partidos políticos y al presupuesto del club presidido, oficialmente, por Luis Carlos Ugalde, a pesar de que 2007 no es año electoral, y pretenden llevarse 8 mil 154.6 millones de pesos.

"No se puede" mantener el subsidio a los sectores desprotegidos, pero sí hacer más gruesa la de por sí generosa rebanada para la clase política agrupada en el IFE. Esos 700 millones de aumento equivalen a 62 por ciento del subsidio cancelado a la leche popular, y el presupuesto completo, los 8 mil 154.6 millones, resulta siete veces superior en igual comparación.

"Es que no hay dinero", dicen los que palomean los presupuestos, los diputados, quienes para demostrar lo anterior se autorizarán un incremento presupuestal de 11 por ciento, casi tres veces por arriba de la inflación.

¿Y los jodidos? Que jodidos sigan.

Se nos va Rubén Aguilar, el vocero foxista. Sólo seis días le quedan en Los Pinos, y si algo aprendió durante su paso por la casa presidencial fue a no ruborizarse, a decir barbaridad y media con una enorme y angelical sonrisa. Esta sección lo extrañará, no sin registrar el disparate de ayer, no necesariamente el último: "hay noticias económicas extraordinarias, realmente extraordinarias...", como la difundida ayer por el INEGI: la tasa oficial de desempleo abierto en el país se incrementó a 4.02 por ciento, y en las zonas urbanas a 5.11 por ciento; el déficit de empleo en el "cambio" se aproxima a 6 millones de plazas. ¡Extraordinario!

cfvmx@yahoo.com.mx / cfv@prodigy.net.mx

!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!

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