• Los tecnócratas llegaron ya...
• La peligrosa jiribilla del CT
Hay ciertas cualidades que no se notan en quien las posee, mi estimado, pero que se echan frecuentemente de menos en quien no las tiene. Y ayer quedó manifiesta la simpática batalla mediática que el Gymboree calderonista diseñó para que su jefe ocupe todos los espacios y el concurrido mitin de Andrés Manuel López Obrador quede al margen: el súper-mega-ultra notición de su gabinete tecnocrát... perdón, económico, whatever.
Salta a la vista el cariño, adhesión y gratitud de Calderón por Rodolfo Elizondo, quien además de jugar al Tío Lolo haciendo millonario a su cuate Francisco Ortiz (among others) obtiene una maravillosa beca por seis años más, acumulando millas, por supuesto, y ocupando nuevamente la cartera de Turismo.
Una magnífica señal la del michoacano que entrega con pasión por México su primera cuota. Y qué cuota, pues.
Ya vendrán las entretenidas derivaciones y los tubazos de las múltiples travesuras de su querido Negro Elizondo... quien no tiene más méritos que su admiración por Felipe. A toda madre.
De Agustín Carstens se pronosticó que llegaría a suplir a Gil Díaz, ahora habrá que esperar los nombres de los pícaros que lo acompañarán en su aventura sexenal y cuántos hoyos negros taparán para evitar que some serious shit hits the fan.
El milusos de Luis Téllez —quien le solicitó a Carlos Salinas su amable intervención para acercarlo al ex abanderado del PAN— se quedó con las ganas de Hacienda, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de Pemex, de ¿Energía? de... en fin. Le llega su regalito con Comunicaciones y Transportes, materia de la cual no sabe nada, nothing, zip, zero, pero quizá con el respaldo de Carlos Slim y su síndrome de juntitis que tiene, logre mandar puntuales señales... convergentes.
¡Ah! Todo un caso para la araña investigadora el repentino cambio de opinión de Eduardo Sojo —un buen hombre, que ni qué— quien estaba convencido de no querer trabajar para Felipe Calderón... algo vio el ex asesor presidencial de las fallidas políticas públicas que le dio frío, mi estimado, pero al parecer en pleno invierno le llegó el ambicionado calor. Con el buen Eduardo viene más de lo mismo... o sea, not much.
Para Energía a Calderón se le prendió el foco y colocó a Georgina Kessel, ilustre desconocida (aunque con curiositos vínculos) en la arena política que lidiará con la fauna y flora de lacritas legislativas que se la pueden comer si no se pone... viva.
Y lo inédito, Javier Lozano, personaje ambicioso y competente, como secretario del Trabajo... cartera de la cual tampoco sabe... nada. Lozano, vetado por Slim, arriba a una dependencia por demás compleja y donde se mueven los más oscuros, traviesos y poderosos intereses sindicales.
El tema laboral, fracaso foxista y hoy peligrosa bomba de tiempo, debió ser encabezado, querido lector, por alguien con un perfil distinto.
Javier es un profesional de las telecomunicaciones y no basta ese rollo de tener algunas de las características legales necesarias cuando la realidad marca la urgencia de no improvisar...porque se pueden equivocar.
Y como colofón, my friend, el anuncio de esta parte del gabinete por el mismísimo Felipe Calderón quitándole la formalidad y circunspección a ese momento tan esperado, numerando cual charming entertainer (de bar, perdón, de kínder) las grandiosas bondades escolares, laborales y personales de sus futuros colaboradores imprimiéndole desde ya su particular sello a la vapuleada institución presidencial.
Ya para qué mencionar el atropellamiento de ese original discurso sobre rebasar por la izquierda a Andrés Manuel López Obrador que con esta bola de simpáticos chicuelos tecnócratas es absolutamente inviable.
Todos carecen de la sensibilidad social que el país requiere en estos momentos de máxima tensión y las señales enviadas no son nada buenas.
Falta saber si seguirá el ameno pago de cuotas en las carteras de Seguridad y Relaciones Exteriores, donde se necesitan verdaderos profesionales con oficio en asuntos de seguridad nacional, manejos de crisis y control de daños... porque la gravedad de la situación, my friend, no está para una catera de improvisados que con Vicente Fox & associates... ¡ya estuvo!
Tic-tac... tic-tac...
Por la Mirilla
Y hoy el Congreso del Trabajo, encabezado por el impresentable Víctor Flores, hace una jugada llena de veneno pretendiendo imponer a Enrique Aguilar Borrego para detonarle una granada de fragmentación al próximo residente de Los Pinos... Cuidado.
Salta a la vista el cariño, adhesión y gratitud de Calderón por Rodolfo Elizondo, quien además de jugar al Tío Lolo haciendo millonario a su cuate Francisco Ortiz (among others) obtiene una maravillosa beca por seis años más, acumulando millas, por supuesto, y ocupando nuevamente la cartera de Turismo.
Una magnífica señal la del michoacano que entrega con pasión por México su primera cuota. Y qué cuota, pues.
Ya vendrán las entretenidas derivaciones y los tubazos de las múltiples travesuras de su querido Negro Elizondo... quien no tiene más méritos que su admiración por Felipe. A toda madre.
De Agustín Carstens se pronosticó que llegaría a suplir a Gil Díaz, ahora habrá que esperar los nombres de los pícaros que lo acompañarán en su aventura sexenal y cuántos hoyos negros taparán para evitar que some serious shit hits the fan.
El milusos de Luis Téllez —quien le solicitó a Carlos Salinas su amable intervención para acercarlo al ex abanderado del PAN— se quedó con las ganas de Hacienda, de la Secretaría de Relaciones Exteriores, de Pemex, de ¿Energía? de... en fin. Le llega su regalito con Comunicaciones y Transportes, materia de la cual no sabe nada, nothing, zip, zero, pero quizá con el respaldo de Carlos Slim y su síndrome de juntitis que tiene, logre mandar puntuales señales... convergentes.
¡Ah! Todo un caso para la araña investigadora el repentino cambio de opinión de Eduardo Sojo —un buen hombre, que ni qué— quien estaba convencido de no querer trabajar para Felipe Calderón... algo vio el ex asesor presidencial de las fallidas políticas públicas que le dio frío, mi estimado, pero al parecer en pleno invierno le llegó el ambicionado calor. Con el buen Eduardo viene más de lo mismo... o sea, not much.
Para Energía a Calderón se le prendió el foco y colocó a Georgina Kessel, ilustre desconocida (aunque con curiositos vínculos) en la arena política que lidiará con la fauna y flora de lacritas legislativas que se la pueden comer si no se pone... viva.
Y lo inédito, Javier Lozano, personaje ambicioso y competente, como secretario del Trabajo... cartera de la cual tampoco sabe... nada. Lozano, vetado por Slim, arriba a una dependencia por demás compleja y donde se mueven los más oscuros, traviesos y poderosos intereses sindicales.
El tema laboral, fracaso foxista y hoy peligrosa bomba de tiempo, debió ser encabezado, querido lector, por alguien con un perfil distinto.
Javier es un profesional de las telecomunicaciones y no basta ese rollo de tener algunas de las características legales necesarias cuando la realidad marca la urgencia de no improvisar...porque se pueden equivocar.
Y como colofón, my friend, el anuncio de esta parte del gabinete por el mismísimo Felipe Calderón quitándole la formalidad y circunspección a ese momento tan esperado, numerando cual charming entertainer (de bar, perdón, de kínder) las grandiosas bondades escolares, laborales y personales de sus futuros colaboradores imprimiéndole desde ya su particular sello a la vapuleada institución presidencial.
Ya para qué mencionar el atropellamiento de ese original discurso sobre rebasar por la izquierda a Andrés Manuel López Obrador que con esta bola de simpáticos chicuelos tecnócratas es absolutamente inviable.
Todos carecen de la sensibilidad social que el país requiere en estos momentos de máxima tensión y las señales enviadas no son nada buenas.
Falta saber si seguirá el ameno pago de cuotas en las carteras de Seguridad y Relaciones Exteriores, donde se necesitan verdaderos profesionales con oficio en asuntos de seguridad nacional, manejos de crisis y control de daños... porque la gravedad de la situación, my friend, no está para una catera de improvisados que con Vicente Fox & associates... ¡ya estuvo!
Tic-tac... tic-tac...
Por la Mirilla
Y hoy el Congreso del Trabajo, encabezado por el impresentable Víctor Flores, hace una jugada llena de veneno pretendiendo imponer a Enrique Aguilar Borrego para detonarle una granada de fragmentación al próximo residente de Los Pinos... Cuidado.
!!AMLO Presidente Legítimo de los Mexicanos!!
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